10 años no son nada


Se cumplen diez años del nacimiento de Educadores21 y quiero compartir con vosotros algunas reflexiones al calor del acontecimiento. Nunca pensé en llegar tan lejos y he tenido muchos momentos de desánimo como para abandonar. Pero sigo aquí.

Mi blog soy yo

Sí, amigos, tener tu propia voz. Quizás ése sea el mayor valor de mi blog: soy yo, mis reflexiones, mis aciertos, mis desatinos, mis anhelos, mi vida… Mi blog es mi vida (en Internet).

Os decía que valoro muchísimo poder tener mi propio espacio, sin publicidad, sin contrapartidas, sin que una gran empresa me patrocine directa o indirectamente. Mi blog lo pago yo, lo mantengo yo y lo gestiono yo mismo, con la excepcional colaboración de muchos compañeros que no han dudado, en estos años, en echarme una mano desinteresadamente cuando cometía algún desaguisado con los plugins, el código HTML o cosas parecidas… ¡no soy informático!.

Mi blog me ha acompañado en el crecimiento de mis hijas, mis viajes, mis aventuras asociativas, mis proyectos profesionales, mis ilusiones y mis decepciones. Hoy escribo menos que antes, más irregularmente, pero siempre vuelvo a él. Mi blog es como mi relato en Internet y muestra una década de experiencias que he vivido y compartido con los demás.

Las luces y las sombras

Ya he escrito acerca de las luces y sombras educativas en estos últimos años y he compartido muchas reflexiones efímeras en Twitter acerca del panorama educativo actual y lo muy ingenuos que somos cuando creímos que íbamos a cambiar el mundo. Begoña, mi compañera incansable, siempre dice que prefiere que seamos ingenuos a que busquemos las vueltas a los demás, a la vida. No le falta razón con el panorama tan desolador en nuestra sociedad, de la que la Escuela no es ajeno en absoluto.

Comencé a escribir en Educadores21 convaleciente de una grave lesión de rodilla que cambió mi vida para siempre. En este tiempo el blog ha sido un bálsamo, una terapia, un lugar para reflexionar y compartir. Una ventana al mundo. En aquel momento muy pocos estábamos en la onda del uso de Internet en el aula. Sobraba ilusión y faltaban medios. Algunos nos agrupamos en asociaciones, como Aulablog, para compartir el deseo de cambio y las nuevas prácticas educativas que aparecían al calor de la web 2.0. Fueron años frenéticos de trabajo e ilusión, en las que los encuentros entre profesores ayudaron a suplir la dura realidad de los centros. Un claustro virtual, y de amigos, que realizaba encuentros en los que el compartir ha sido la máxima y que me han ayudado a seguir adelante con ilusión.

Hoy noto que algunos blogs de profesores no cuentan nada de lo que hacen en su práctica docente. Simplemente nos dicen lo que hay que hacer a los demás o reflexionan sobre cómo se deben hacer las cosas con exitosas píldoras del tipo 12 trucos para… No me convence, lo siento. Tampoco me convencen los profesores con blog negocio, interesados exclusivamente en monetizar su nombre y sus prácticas (si es que las tienen), llenos de publicidad, consultores en tal o cual comunidad educativa pagada por una empresa, que son demandantes de votos para premios… Y prefiero no hablar de los supuestos expertos educativos que han llegado a este mundo tras dejar detrás una carrera en sectores ajenos, principalmente del mundo empresarial, y que ahora sí, se sienten completamente realizados diciéndonos a los demás profesores cómo debe ser en el trabajo en el aula… Sí, amigos, hay gente pa to, que diría Gomaespuma.

No tengo claro que la innovación sea tan buena

En estos años de la irrupción masiva de la tecnología en las aulas y de la generalización del uso de Internet hay numerosos ejemplos de proyectos que aúnan metodologías activas y tecnología. Algunos de esos proyectos son colaborativos y otros no. Muchos se comparten en Internet, en redes sociales, en encuentros educativos. Son el reflejo del buen hacer, de que hay otra forma de enseñar y aprender. No es fácil trabajar por proyectos, como discutía el otro día en Twitter y ni si quiera tengo claro que en mi trabajo con alumnos lo que haga sean proyectos siguiendo la metodología ABP. Tampoco soy talibán de las siglas, como dice Jordi Martí. Sin embargo, pienso que es el camino a seguir y muchos estamos en él.

Algunos profesores están descubriendo que las metodologías activas son buenas y piensan que innovar es hacer algo diferente sin tener en cuenta el cómo y el para qué. Ni las metodologías activas son nuevas ni la innovación lo es. ¿Qué está pasando en las Facultades de Educación que no se enseñan a los pedagogos y maestros de la Escuela Nueva, la Institución Libre de Enseñanza, la Educación Liberadora, etc? Siempre he buscado aprovechar los medios tecnológicos a mi alcance para que mis alumnos aprendan mejor. Así de fácil, así de difícil. Comencé a dar clase sin libro de texto, usando la prensa, creando mis materiales, usando mucha creatividad. Usar el último programa o app en el aula no es innovar. La innovación tiene sentido en una Escuela que se plantea los fines y los medios. La generalización de la innovación llega al absurdo de que algunos pretendan hacerme creer que la mayor innovación en un aula es querer a tus alumnos (sic).

Resistir, no queda otra

Diez años después creo que la Educación está mucho peor que antes. Hay más medios tecnológicos, más experiencias estrella, más eventos y cursos online que nunca pero seguimos sin resolver ninguno de los grandes retos del sistema educativo. Los profesores islas y sus prácticas docentes no son la norma, sino la excepción.Todo el movimiento de profesores que buscan el cambio educativo no han dado paso a prácticas generalizadas de cambio. La clase magistral, el libro de texto, los exámenes memorísticos (y sus hermanas las pruebas externas) junto con los deberes absurdos son algunos de ellos. El acceso a la profesión docente, la evaluación docente y la promoción profesional del docente ni se plantean, siendo éste el mayor factor de calidad del sistema educativo. La complicidad de partidos políticos, sindicatos y el gremio, en general, con el status quo educativo es abrumadora.

Diez años después la Administración educativa está en manos de personas sin prestigio, competencia y experiencia acreditada. Nos abruman con leyes absurdas, nos dejan sin medios humanos y materiales y ponen en el centro del acto educativo a la evaluación externa, dejando de lado los principios básicos de la Educación. No quieren cuidadnos libres, críticos, con su propio proyecto personal. Quieren trabajadores o emprendedores, el nuevo mantra del sistema. Pero sobre todo, quieren ciudadanos sumisos, pasivos y resignados para que aceptemos el estado de las cosas sin rechistar.

En cuanto a mi, soy mejor orientador y peor maestro. Espero seguir aprendiendo, no perder mis valores y seguir con ilusión el trabajo en el aula, en mi centro, con mis compañeros y alumnos. Es mi vocación. 

 Espero tener diez años por delante

Diez años no son nada. Se pasan volando.Por eso espero tener otros diez años por delante. Ahora mis prioridades son más pedestres, más de andar por casa. Quiero ser feliz con mi familia, con mis amigos y disfrutar lo que pueda en un trabajo que me quita demasiada energía. A todos vosotros, gracias por estar estos diez años. A mi familia, gracias por seguir queriéndome, por darme tanto, por estar a mi lado. Es lo que más importa. ¡Gracias a la vida!

Os dejo con esta canción de Ismael Serrano con la que me identifico bastante.

 

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10 comentarios en «10 años no son nada»

  1. Felicidades, Víctor. Te diría aquello de «10 (o 20) años no es nada», pero en tu caso sí lo son. De vez en cuando, vuelvo a muchas de tus entradas de hace un tiempo y siguen irradiando honestidad y pasión por la educación. Gracias, Víctor. Con tus entradas, has logrado que otros muchos nos hayamos lanzado al «bloguerío». Un abrazo

    1. Gracias Alberto. Es un orgullo saber que puedo inspirar a otros y que mis reflexiones tienen algún recorrido. Es un placer tener a lectores como tú que aportáis sabia nueva a la orientación educativa. Un abrazo grande.

  2. Mi querido Víctor, ante todo, felicitaciones por estos 10 años. He terminado de leer tu post con los ojos empapados… y es que me hace sentido todo lo que expones. Esto parece el mundo del revés… pero seguimos en la lucha, porque gracias a personas como tú, uno cree que esto puede cambiar. Me saco el sombrero y de pie, te aplaudo compañero.

  3. Me cuesta comentar y, pocas veces lo hago (más por falta de tiempo que por no tener qué decir). Lo de hoy se hace imprescindible Víctor. Desde que te conocí personalmente (sí, ya debe hacer unos cuatro o cinco años en uno de esos saraos en los que no me prodigo –aún menos desde que, por lo visto, hay personas que se toman a mal opiniones divergentes-) cuando ya llevaba tiempo leyendo tu blog, debo reconocer que eres uno de los GRANDES de la blogosfera. No tengo claro si eres mejor o peor orientador que orientadores que conozco pero, lo que sí que tengo claro es que, como PERSONA (y sí, lo de persona se transmite en cada una de tus palabras) eres de las que mereces la pena. Y lo de ser una excelente persona estoy convencido que se traslada a ser un gran PROFESIONAL.

    Poca gente puede decir que conoce a alguien por unos minutos de charla y unas líneas escritas en un blog. Yo creo que sí permiten conocer a las personas que hay tras esas líneas y, en este caso, tu blog y tú sois un gran hallazgo para alguien que vadea las redes con afán de saber y, como no, de cotillear (ser cotilla viene innato en el código genético de todos incluso que algunos lo nieguen). Llevo siguiendo tu trayectoria, tanto personal como profesional, en las líneas que, por suerte, parece que vuelven a fluir de tus dedos (¡no sabes cómo agradezco que sigan haciéndolo!) y no puedo menos que desearte lo mejor para los diez años que vienen. Unos años que, puedo intuir, serán como mínimo igual de duros para los que nos dedicamos a la educación igual de duros que los anteriores (¡ojalá me equivoque!), donde tocará hacer algo desde dentro hacia fuera. Y ahí sólo los que estemos en el aula (yo no tengo claro si lo seguiré estando) tendremos margen para, dentro de nuestro pequeño istmo, poder cambiar algunas –muy pequeñas- cosas. Reconocer nuestras limitaciones es sano. Más bien, se hace imprescindible.

    Lamentablemente, ya ves que tengo tendencia a enrollarme. Nada, un fuerte abrazo para ti, para tu familia (imprescindible su apoyo para aquellos que mantenemos un blog) y, como no, muchísimas ganas de seguirte leyendo. Además, ¿dónde esta escrito que no podamos coincidir en otro lugar para hablar, quizás más de personas y menos de trabajo? Porque, el trabajo, por mucho que nos guste, es sólo una parte de nuestra configuración global como personas. Gracias por estar ahí.

    1. Hola Jordi. Me dejas sin palabras, muy emocionado y agradecido. Intento ser honesto y trabajar lo mejor posible y ser una buena persona. Sólo pretendo andar por la vida con la cabeza alta y contribuir a poner mi granito de arena en que este mundo sea mejor. A pesar de todo, tengo muchos fallos pero así tengo la excusa de mejorar.
      Espero que podamos encontrarnos en algún evento, desde luego, y seguir estas charlas cerca del mar, que se disfruta más.
      Un abrazo grande, Nordi. Gracias por estar ahí.

  4. Felicidades Víctor. Pionero, innovador, instigador hasta látigo y conciencia profesional de la orientación. Me has servido de faro en mis comienzos y aunque hemos coincidido poco recuerdo agradables momentos que espero repetir pronto. Un abrazo y ánimo para seguir otros diez años.

  5. Por estos y otros 10 más. ¡Congratulations maestro! Eres todo un ejemplo a seguir y tener en cuenta si lo tuyo es la orientación. Solo puedo decirlo en una palabra; GRANDE :¬)

    Un abrazo

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