Sueños

Ayer vino al Instituto mi amigo Juan Perdiguero, pintor y profesor de Dibujo en la Universidad de Nueva York, en Oswego , Estados Unidos. Mantuvimos una charla con los alumnos de 1º de Bachillerato de Arte acerca de sus aspiraciones profesionales, de cómo se veían en una situación idílica dentro de diez años. Juan intentó que se sacudieran en lastre de la realidad actual para que se proyectaran en el futuro y pudieran descubrir cuál es el camino que están llamados a recorrer.La charla fue interesante. Nadie en la clase expresó sus deseo de ser pintor o artista. Salieron diseñadores industriales, publicistas, diseñadores gráficos, militares, maestros, ingenieros industriales, dibujantes de cómic y hasta una futbolista. Juan les habló del camino hacia los propios sueños. Les habló de la importancia de saber el qué y trabajar sobre el cómo. Si tienes un sueño, debes ponerte en marcha para conseguirlo, siendo capaz de preparar las condiciones más favorables para, en el futuro, llegar a él.

Juan les comentó que los sueños pasan por el esfuerzo, el trabajo, la perseverancia y, sobre todo, por no traicionar tu propia felicidad. ¿Cuántas personas sacrifican su talento y su felicidad en aras del sacrosanto dinero y éxito económico? ¿Llegaremos a los cuarenta años y nos empezaremos a arrepentir de no haber desarrollado nuestros propios sueños? Los alumnos estaban boquiabiertos.

Juan enseña Dibujo y Pintura en la Universidad. Además, es un pintor que se hace un hueco en un mundo, como el del arte, cada vez más mercantilista y comercial (¿como la vida misma?) en el que la falta de talento se sustituye por la fama forjada en amistades, contactos o pelotazos, en este caso culturales. La mayoría de sus alumnos universitarios se pagan los estudios y se independizan con apenas dieciocho años, no precisamente en las condiciones mejores. Tienen asumido el valor del trabajo y del esfuerzo para conseguir metas, metas que llegan con tesón y esfuerzo.

Algunas reflexiones , con las que me quedo:

1. Nadie te regalará tus sueños. Debes conquistarlos.
2. Para hacerte tu propio camino hay que prepararse a fondo. Unos estudios oficiales, idioma inglés, formación adicional… son necesarios para afrontar el competitivo mundo de hoy y de mañana.
3. Una actitud de lucha, perseverancia y sacrificio es necesaria.
4. El victimismo es un mal compañero. Buscamos argumentos (ganaré 900 euros, está difícil independizarse, el trabajo es precario…) para no dar pasos hacia delante… son sólo justificaciones.
5. España es muy pequeña y el mundo es muy grande. Somos ciudadanos del mundo que podemos buscar nuestras oportunidades en cualquier parte del mismo. Amplitud de miras.

    Después de la charla nos fuimos a comer.

    – Víctor, lo que más me ha impresionado de tus alumnos es su actitud respecto a sus metas: a todo decían «sí, pero…» en eso no se parecen en nada a los jóvenes de los Estados Unidos. Les falta determinación.

    – Creo, contesté yo, que los chavales son el reflejo de los valores de la sociedad en la que vivimos. Tenemos que ayudarles a que despierten en sí mismos las ganas de trazar su propio camino.

    – ¿Sabes? Leí un libro de Álex Rovira y Fernando Trías de Bes titulado La buena suerte . Trata de cómo construirse el camino para tener suerte. Es muy breve, podrías leerlo en el viaje de vuelta a Estados Unidos, te lo recomiendo.

    Brindamos para seguir luchando por nuestros sueños y tener suerte en el empeño y nos despedimos hasta el próximo encuentro, quién sabe, si dentro de unos meses o algunos años.

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