¿Conectados en la Escuela?

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En el pasado mes de septiembre participé en el curso Educación Conectada: la Escuela en tiempos de redes del INTEF, en el seno de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en A Coruña. Un resumen con las aportaciones de todos los ponentes del curso podéis leerlo en el documento colgado en Slideshare pero, además, hemos confeccionado entre todos los participantes, un resumen del resumen, con pequeñas píldoras que condensan la importancia gestionar nuestra vida en la Red. Son las aportaciones, por orden de aparición, de Julen Iturbe (@juleniturbe), Urko Fernández (@tturktime), Charo Fernández (@yalocin), Víctor Cuevas (@vcuevas), Juan Sánchez Martos (@jsmartos), Lorena Fernández (@loretahur), David Álvarez (@balhisay), Tiscar Lara (@tiscar), Carlos Magro (@c_magro) y José Luis Cabello (@idocente).

No tengo ninguna duda de que la Escuela podría sobrevivir a los cambios sociales tan profundos que estamos viviendo haciendo pequeños cambios y reformas. Sin embargo, lo va a tener difícil. La Red está pegando fuerte.

La a Red, nuevo espacio social

Somos muchos los educadores conectados que trabajamos en Red con nuestros alumnos. Tenemos una Red personal y social de aprendizaje que nos permite formarnos en redes informales y formales yendo más allá de nuestros centros, de nuestro entornó más inmediato, haciendo posible un aprendizaje más expandido, en entornos más diversos, no formales, fuera de la rígida estructura de la Escuela tradicional.
A su vez, cada vez más, nuestros alumnos aprenden más cosas de otros, conocidos o desconocidos, que forman parte de sus redes informales o estructuradas, en las que la Escuela no tiene la fuerza de las mismas.

La Escuela no tiene el monopolio del conocimiento

Si no fuera porque la Escuela tiene la capacidad de otorgar valor legal al aprendizaje a través de los títulos, su capacidad de influencia sería cada vez menor, hablando en términos de conocimiento. Por poner un ejemplo, la aparición de los MOOC cuestiona, nada menos, que el pilar de la estructura más tradicional del conocimiento por antonomasia: la Universidad. Más allá de si es una estrategia o no, la revolución de los MOOC es posible gracias a la Red y a la conexión que ésta permite entre aprendices de todo el mundo conectados a través de Internet, siendo las universidades las impulsoras de estos cursos abiertos, masivos y conectados.

La revolución del aprendizaje social

El aprendizaje es individual pero se da en un entorno social. Las redes sociales aprovechan la necesidad de comunicarnos para conectarnos unos con otros. En la Escuela, las redes sociales educativas aprovechan la la interacción social en beneficio del aprendizaje. Es un salto inmenso porque pasamos de una interacción social limitada a un grupo-aula a interacciones múltiples, cercanas o lejanas, de diferentes aulas, en otros, lenguas, niveles… Nuestros alumnos interaccionan a diario intercambiando información sobre sus gustos, aficiones o intereses… si esa interacción tiene como objetivo el aprendizaje, nuestros alumnos aprenden, ¡vaya que si aprenden! Dar la espalda a las redes sociales en la Escuela es dar la espalda a la sociedad en la que vivimos. No podemos permitírnoslo.

¡Conéctate, merece la pena!

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En los últimos ocho años mi vida profesional ha cambiado radicalmente desde que me conecté a otros profesores que compartíamos en aquel momento las mismas inquietudes e intuiciones acerca del cambio social que estábamos viviendo y cómo éste afectaría a la práctica educativa. Muchas ganas de cambiar, mucha ilusión por hacer algo diferente y casi ninguna certeza. En beta permanente, como definió Tíscar acertadamente, nos movía y mueve la búsqueda de nuevas respuestas a las viejas preguntas en nuevos entornos cambiantes, ubícuos y a la vez, tradicionales. Así nació Aulablog, un colectivo de profesores en Red primero, y una asociación, después. Desde entonces, sigo aprendiendo y compartiendo en Encuentros, sesiones, cursos o talleres. La experiencia ha sido tan intensa que ahora tengo amigos que son compañeros y me resultaría difícil entender mi trabajo sin estar conectado a otros compañeros a través de alguna red que satisfaga mi necesidad de aprendizaje permanente. Esta red se llama Aulablog. Hay otras redes, investiga y busca la tuya pero no te quedes aislado.
Pero además, las redes sociales, en especial Twitter, han sido otro de los motores de mi Entorno Personal y Social de Aprendizaje. Twitter es un altavoz permanente de experiencias, un patio de vecinos en el que aprender, enseñar, compartir, discutir… y me ha permitido, igualmente, ampliar la red de docentes con los que establecer lazos profesionales y personales. Imposible entender mi trabajo sin Twitter. Imposible superar alguno de los problemas o retos a los que me enfrento en mi día a día sin ese claustro virtual que es el Timeline de mi perfil en Twitter: @vcuevas

Mi claustro es la Red

Mi claustro es la Red porque a la Red acudo para formarme, para pedir ayuda o para ofrecerla, para compartir mis experiencias, para leer las de otros o inspirarme en su trabajo. Es un claustro porque me permite el debate, la profundización, la participación en proyectos colaborativos, la creación de materiales, la formación de otros y con otros compañeros. Excepto que no compartimos un mismo centro físico educativo, entendido como el edificio, el espacio de encuentro funciona como si fuera así. Por eso, si queremos enseñar a nuestros alumnos a ser unos ciudadanos del S.XXI tenemos que empezar los profesores por estar conectados y funcionar como tales, formando parte de las redes formales e informales que nos permiten desarrollarnos profesionalmente.

Y tú, ¿eres un profesor conectado?

Imagen: plano del Metro de Londres.

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3 comentarios en «¿Conectados en la Escuela?»

  1. Me ha parecido muy interesante su post, así como las aportaciones/reflexiones que sus compañeros plasman en el documento que usted adjunta. La escuela también debe adaptarse a a las nuevas tecnologías, las redes sociales e internet, así como adaptar o revisar la metodología de enseñanza y por consiguiente de aprendizaje de los alumnos.
    En este sentido, me parece muy interesante la aparición de los MOOC, donde el carácter social del aprendizaje se convierte en un eje central. El estudiante debe ser autónomo y estar implicado en crear y distribuir contenidos, así como poseer variables personales como la colaboración, la creatividad y una mentalidad flexible (Kop, 2011). También un aspecto importante es la motivación, que en su ausencia puede ser causante de numerosos abandonos en estudios o tareas online. Breslow et al, 2013, destacan como uno de los elementos más motivadores el hecho que los alumnos trabajen conjuntamente con otra persona, sea experta o conocedora de la materia o un compañero de curso, lo que hace aumentar considerablemente su rendimiento (Breslow et al., 2013).

    Dr. Bayarri, coordinador de telepsicologiainfantil.com

    Referencias
    Breslow, L., Pritchard, D., DeBoer, J., Stump, G., Ho, A., & Seaton, D. (2013). Studying learning in the worldwide classroom: Research into edX's first MOOC. Research & Practice in Assessment, 8, 13-25.
    Kop, R. (2011). The challenges to connectivist learning on open online networks: Learning experiences during a massive open online course. The International Review of Research in Open and Distance Learning, 12(3), 19-38.

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