8 cosas que no podemos aceptar en Educación

Traducción libre del blog Life of an Educator by Justin Tarte.

No podemos aceptar que las formas de enseñar en el pasado sean las únicas formas de enseñar en el futuro.

No podemos ignorar los cambios que están sucediendo a nuestro alrededor porque llegará un momento en que nos preguntemos Quién se ha llevado mi queso.

No podemos aceptar que no enseñemos para todos los alumnos.

Todos los alumnos, sin excepción, sin segregación, sin exclusión. La Educación debe ser inclusiva porque es un derecho para todos los alumnos, no sólo para la mayoría o para unos pocos. No  podemos ignorar los factores externos que juegan un papel determinante en el éxito educativo, especialmente los familiares y sociales. Compensar las desigualdades es algo irrenunciable para la Escuela.

No podemos aceptar trabajar aislados o se acabó eso de que Cada maestrillo tiene su librillo.

En un mundo en el que existen enormes posibilidades de colaboración, no es posible argumentar que no somos más fuertes trabajando en equipo o trabajado juntos. La Escuela debe estar conectada porque los docentes somos mejores cuando trabajamos conectados con otros.

No podemos aceptar que los contenidos que enseñamos sean más importantes que las relaciones que establecemos con nuestros estudiantes.

A los estudiantes no les importan nada los contenidos si no les importas tú. Crea con ellos relaciones auténticas para llevar los contenidos a la vida de tus alumnos.

No podemos aceptar que la integración de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en la enseñanza sea algo opcional para el profesorado.

No es posible que el aula de la espalda al resto de la sociedad del S.XXI. ajena al uso de las TIC para aprender. Nuestros alumnos necesitan experimentar aprendizajes usando las TIC. Algunos lo dijimos en Roa hace años.

No podemos aceptar que se siga pensando que el aprendizaje se limita a lo que sucede dentro de las cuatro paredes de un aula.

El aprendizaje sucede en cualquier momento, en cualquier lugar, en cualquier situación… La Educación debe reconocerlo.

No podemos aceptar y seguir creyendo que tenemos una brecha en el rendimiento.

En realidad, estamos frente a una «brecha de oportunidad» que sigue dividiendo a los que «tienen» y los que «no tienen» un acceso equitativo e igualitario a los materiales y recursos educativos.

No podemos aceptar y no podemos permitirnos no ser considerados responsables.

Nosotros como docentes somos responsables de lo que sucede en nuestras escuelas, y es esa responsabilidad la que hace que el trabajo en educación sea tan importante.

¿Y tú qué opinas, estás de acuerdo? Espero tus comentarios en el blog.

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27 comentarios en «8 cosas que no podemos aceptar en Educación»

  1. No podemos aceptar … que todavía nadie haya hecho un comentario en esta entrada. 😉

    Muy oportunos comentarios sobre todas las cosas inaceptables (pero demasiado frecuentes) que planteas.

    Me duelen todas, pero especialmente esta: «No podemos aceptar que no enseñemos para todos los alumnos.»

    Un saludo

    1. Gracias Alberto, últimamente no se comenta en blogs, la rapidez de los 140 caracteres ha dejado a los blogs sin comentarios. Menos mal que apareces por aquí.
      Últimamente estoy desanimado respecto a los avances educativos… simplemente no los veo, por mucha marea verde, por mucha reivindicación de la calidad, etc…

      Saludos

  2. Las 8 ideas me han parecido clave . La que más me ha gustado ha sido la que dice que las relaciones interpersonales son más importante que los contenidos. Sin una adecuada relación personal es difícil que los alumnos conecten con nuestros objetivos. Muchas veces nos olvidamos de esto y solo consideramos los contenidos.

    1. Nicolas, estoy muy de acuerdo contigo… las relaciones interpersonales son siempre tan importantes, que a veces se olvida… ni con TIC ni sin TIC, sin buenas relaciones no haya casi nada.

      Gracias por comentar.

  3. Efectivamente, no podemos aceptar ninguna de estas cuestiones en Educación, pero, ¿a quién le importa realmente? A los que han diseñado la nueva infumable ley, no, desde luego. Ayer estuve leyendo algunos ejemplos de pruebas tipo PISA para Primaria, aunque se realiza en Secundaria, como sabemos, y me dejó hecha polvo. Estamos a años luz de ese tipo de enseñanza, la que mide la comprensión tanto lingüística como matemática. ¿Cómo no vamos a obtener unos resultados penosos? Siete leyes en treinta y cinco años, qué disparate… ¿A quiénes han consultado para elaborar ese engendro? A los maestros, que se sepa, no. Seguirán echándonos las culpas del fracaso escolar, faltaría más. ¿Dónde está la ley de financiación necesaria, la que tampoco tuvo la LOGSE? Hay tanto que discutir… Pero ni siquiera veo un debate serio entre los docentes. Unos no lo ven tan grave, otros dicen que «es lo que hay» (la mayoría), otros están demasiado ocupados y «atacaos» porque trabajamos más y cobramos menos, otros no ven el momento de la ansiada jubilación (yo no, que conste), otros se consideran «trabajadores de la enseñanza», con escasa motivación y nula ilusión… Y suma y sigue. El que más y el que menos estamos cansados de batallar contra padres, inspectores, alumnos, equipos directivos… Pero qué más da, tendremos dos semanas de vacaciones, recuperaremos la paga extra (ojalá, pero yo aún tengo mis dudas) y luego… pues ya si eso… Ay, qué pena, qué pena de futuro de nuestros alumnos y, por ende, del nuestro…

    1. Yolanda, no puedo estar más de acuerdo contigo… me siento muy identificado con tus palabras. Cuesta mucho seguir adelante con entusiasmo cuando el entorno, todo el entorno, desde el cercano del claustro hasta el lejano de la Administración, no valora este trabajo. Yo mismo hago terapia en el blog para que siga pensando que lo que hago tiene algún sentido, intentando cambiar y adaptarme a los nuevos tiempos. Si escribo cosas como esta es porque me las creo, y, sinceramente, me crean muchos dolores de cabeza. A veces preferiría ser mediocre, que no me importara tanto lo que hago… no sé…

      Gracias por tu comentario

  4. Totalmente de acuerdo con las 8. Pero incumplo la de trabajar conjuntamente con mis colegas, pues ellos no aceptan la enseñanza del siglo 21. Entonces se produce el aislamiento, ya ni aporto porque hablo a un muro, me consuela la buena acogida entre las familias de los nuevos aprendizajes unificando materias y partiendo de las manifestaciones del entorno, de sus emociones, de sus diálogos y el trabajo en el aula se hace creativo, activo, participativo, pero sin compartir. Consigo con ellos cosas que antes me parecerían inimaginables, leo tu blog que me da fuerzas para seguir en esta línea, además de mi grupo de colegas que no están en mi CEIP. Estoy en 1º Ciclo de Primaria. Saludos MFM

    1. Hola compañero. Tienes mucha razón en lo que dices pues el aislamiento en el centro te lleva a buscar otros compañeros entre los que sentir que hablas el mismo lenguaje. En mi caso, gracias a Aulablog y a los compañeros del claustro virtual de Twitter, he crecido como profesor y me ha ayudado, y sigue ayudando, a seguir trabajando superando el aislamiento.
      Te deseo que te conectes con otros para sentiré te acompañado en este largo camino.

      Un saludo cordial.

  5. Qué razón! Pienso exactamente igual y me ha encantado el post, hay que cambiar tantas cosasq en educación…

    En mi recien estrenado blog trato un poco de impulsar estas ideas: fabricandoconocimientos.blogspot.com.es

    Un saludo. Tania.

  6. Saludos.
    Muy decidoras las 8 razones, pienso que a mas de ello debemos educar a los padres de familia, a los directivos y demás miembros de la comunidad educativa sobre las nuevas propuestas educativas, una sola persona no puede hacer el cambio solo, esto es de todos. Ojalá algún día entiendan las autoridades gubernamentales que no solo bastan las leyes sino tambien las personas.

    1. Gracias Favio, estoy de acuerdo con tu planteamiento porque son los educadores quienes sacan adelante las leyes, por muy buenas o malas que éstas sean. En definitiva, nosotros somos quienes las aplicamos.

      Saludos

  7. Muy buen post Víctor. Recalcaría el último punto. Tenemos muchos motivos de queja los docentes. Y con razón. Pero no podemos descargar responsabilidades. Un docente vocacionado y convencido de lo que hace puede influir más a sus chavales que cualquier ley educativa. Pero a muchos docentes nos falta mucha autocrítica y no somos conscientes del daño que podemos hacer a nuestros alumnos. Un cordial saludo.

    1. Alejandro, la falta de autocrítica va por barrios, como bien dices. Mientras que podemos ser los más duros con nuestro propio trabajo, muchos de los docentes son absolutamente críticos consigo mismos, otros siempre echan balones fuera. No es muy diferente del panorama social en el que la ausencia de responsabilidad por los actos de uno es la tónica dominante. Al menos, me gustaría llegar al final de mi carrera profesional con alguno de estos ochos postulados cumplido. No sería poco.
      Saludos cordiales

  8. Estoy en completo DESACUERDO con lo expuesto. El fracaso absoluto de la enseñanza actual se debe a ideas como estas que quedan muy bien en el papel pero luego en la practica son nefastas. Lo peor de la enseñanza (déjenme de educación que como profesor no es tarea primordial mía y si de las familias) es toda una legión de maestros chiripitiflauticos, coleguitas guays, chachis pirulis. rafasipe@hotmail.com

    1. Me parece estupendo que estés en completo desacuerdo, puedes discrepar. La diferencia entre tú y yo es que no voy a descalificarte porque ya lo haces tú mismo, desde el momento en que separas educación de enseñanza asó como hablas mal de compañeros que sí se preocupan porque la Educación sea un derecho efectivo. Parece que olvidas eso.

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