Volvemos a empezar


He estado mucho tiempo sin reencontrarme con vosotros a través del blog, demasiado. En estos meses, mi actividad en la red ha estado canalizada a través de twitter y del blog de orientación de mi Instituto y ya no daba más de mí mismo. El final de curso y las vacaciones han hecho el resto.

Ahora volvemos a empezar.

Este curso que comienza va a ser un curso de cambios y de hitos. Por primera vez en España, desde la Administración del Estado, se acomete un plan, el Plan Escuela 2.0, que pretende introducir las TIC en los centros educativos de la enseñanza obligatoria en todo el país. Comparto con Boris las críticas acertadas hacia el mismo y, especialmente, la llamada a la acción, así como los numerosos comentarios que se han hecho en twitter sobre el tema. La idea es sencilla: sin formación para el profesorado, cualquier inversión realizada en la compra de tecnología y la instalación de infraestructuras será ineficaz para mejorar la calidad de la enseñanza en España. Ya lo hemos dicho por activa y por pasiva: sin una formación metodológica del profesorado que le permita mejorar la enseñanza usando las TIC no servirá de nada la introducción de las mismas.

Desde asociaciones y redes de profesores implicados en la integración de las TIC en la enseñanza, como ChironAulablog, Espiral, el Proyecto Grimm, Novadors… venimos desarrollando una camino paralelo al de la Administración para formarnos y compartir experiencias de buenas prácticas en el uso de las TIC. Con sus aciertos y errores, estas experiencias de profesores que llevan tiempo usando las TIC nos indican un camino.

Otra Escuela es posible, que dirían algunos.

Sin embargo, la mayoría de estas experiencias se han desarrollado al margen (o con escaso) del apoyo institucional, con una fuerte implicación personal y escaso o inexistente reconocimiento de las mismas por parte de la propia Administración que ahora quiere dar el salto hacia la Escuela del Siglo XXI. No es fácil, por otra parte, generalizar en un país descentralizado como el nuestro donde cada Comunidad Autónoma he tenido diferentes recorridos en este tema. En todo caso, no partimos de cero, ya estamos usando las TIC muchos profesores con nuestros medios mejores o peores y nuestro esfuerzo. Debemos seguir trabajando y aprovechar la oportunidad para intentar generalizar una forma de trabajo.

Todo este rollo para decir que comienza el curso y que no voy a polemizar sobre los portátiles de ZP ni sobre si llevan o no software libre. Ya está decidido y no voy a poder hacer nada al respecto. Me importa un carrizo que las editoriales se pregunten qué van a meter en los portátiles para seguir siendo imprescindibles y así seguir condicionando de forma efectiva la enseñanza de la mayoría del profesorado. Me da igual, sinceramente. Es su problema pero sólo será el nuestro si optamos por usar sus materiales y no nos preguntamos cómo dar clase de otra forma diferente. ¡A mi nunca me visitan los comerciales de las editoriales!

Soy profesor por vocación, por convicción. Seguiré preparando mis materiales y mis temas como he hecho siempre, adaptándolos al grupo que tengo delante, con su edad, sus experiencias. Ahora tengo unas tecnologías que me facilitan ciertas cosas, pero seguiré pensando en el cómo mucho más que en el qué. El foco siempre estará en los alumnos, en su capacidad para aprender, para sorprenderse, para integrar… y para ello, lo más importante no es un ordenador, ni una Wifi, ni contenidos digitales, sino una buena metodología que permita el aprendizaje.

Y volvemos a empezar.

Porque cada curso vuelvo a ponerme nervioso ante la expectativa de los alumnos que tendré delante, de los nuevos compañeros, de los materiales que usaré, de las nuevas ocurrencias de la Administración educativa, como la de suprimir el segundo orientador de mi centro, al parecer, por lo poco que trabajamos, etc.

Pero, a pesar de todo, sigo teniendo esa ilusión por empezar y por saber que puedo influir en alguna de las personas que tendré delante representando el papel de alumno. Esa sensación es indescriptible, hace que sienta que este trabajo sigue mereciendo la pena y que en la vida, cada uno estamos llamados a tener una misión.

Esta es la mía.

Imagen: Azul en Flickr

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9 comentarios en «Volvemos a empezar»

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  2. Comparto esa ilusión y esos nervios, estoy impaciente por ver las caras de mis nuevos sufridores. Supongo que sentirnos así es el privilegio del que disfrutamos los que nos gusta esto de estar aprendiendo.

    Como muy bien señalas, no podemos seguir esperando a que nos muestren el camino: a andar se aprende andando, así que si queremos un cambio en la forma de vivir las clases, tendremos que empezar nosotros mismos a hacer esos cambios. No se trata tanto de usar el último juguete de moda, sino de sacarle el máximo partido.

    Mis mejores deseos para el comienzo de curso, seguro que estará lleno de nuevas y enriquecedoras experiencias.

  3. Lo primero, Víctor, me gusta mucho ese «volvemos», ese plural que usas, y que tan bien va con estas fechas, y con la educación en general.

    Lo segundo que me vino a la cabeza al leer tu título fue el mito de Sísifo, ese personaje solitario condenado a subir una enorme piedra a la montaña, para luego verla caer y volver a empezar. Pensé: ¿no seremos los/as docentes un poco como Sísifo, condenados a encontrarnos en el mismo punto una y otra vez?

    Pero miré las montañas que adornan tu blog, leí sobre Camus, y aún sin haber leído sus libros, concluí:

    No subimos a las montañas solos, no es importante la cima, sino lo vivido en el camino, puede que bajemos sólos, pero hemos llevado arriba a nuestro alumnado, y volveremos a subir con otros niños, muchachos o adultos, ayudándonos entre nosotros, disfrutando del camino, enseñando no a llegar a una cima, sino a saber subir cualquiera, a encontrar los caminos, a ayudarse, a compartir, a vivir.

    Mantén esa ilusión. La necesitaremos para subir montañas. Y bajarlas.

  4. Pues si, cada vez es como un estreno de teatro. Hay que salir a escena, el guión establecido no es suficiente, también hay que improvisar, tomarle el pulso al público, «meterlo» en la historia …

    Este año parece que va a ser intenso, sin duda. Al menos algo se mueve, ciertamente no de la mejor manera, con altas dosis de improvisación. La parte positiva es el reconocimiento de la necesidad de hacerlo. Lo digo por encontrar algo a lo que agarrarse.

    Un abrazo.

  5. Ana, gracias por tus deseos. Me gusta eso que dices de hacer camino al andar y me gusta encontrarme con personas como tú en el camino. Suerte y energía para el nuevo curso.

    Pedro, como con Ana, nos vemos en el camino. Alumnos, compañeros, personas a las que ayudamos a subir hasta la cima, aunque nunca lleguemos. Como dice Punset, la felicidad es el camino a la felicidad. Como maestros, somos felices subiendo hasta la inalcanzable cima. Gracias por tus palabras.

    Lourdes, creo que los avances sociales o educativos nunca vinieron de las leyes, sino a pesar de éstas. El momento es apasionante porque ahora podemos dejar de ser iluminados frikis amantes de los cacharros; ahora podemos mostrar que estamos en un camino sin retorno y sentir que lo que hacemos vale la pena. Feliz comienzo de curso y gracias.

  6. Hola yo me quedo con la imagen que nos dejas . Esa chica mirando a un horizonte que no parece muy lejano , probablemente desee descubrir cosas nuevas este nuevo curso por encima de las barreras que tenemos que superar en esta profesión . Sí, me quedo con ella .

    Gracias

    Hoy te escribo desde otro blog por aquello de que no conoces este idioma ¿ Te animas ?

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