Pla, PLE, pli, plo, plu

Creo que es la primera vez que voy a escribir acerca de mi entorno personal de aprendizaje, mi PLE. Hablar de PLEs está de moda, por una razón u otra, y me inclino a pensar que es porque se constata que un profesor puede aprender de muchas formas, de muchas personas y experiencias y, desde luego, con muchas herramientas. Doy fe. No soy un teórico de los PLE, hablo de mi experiencia personal y, por tanto, no citaré artículos académicos. Podéis encontrar muchos en Internet.

Decía que quiero reflexionar de mi experiencia personal exclusivamente. Cuando empecé a dar clase a finales de los años ochenta en mi centro me resultaba difícil compartir la visión que yo tenía de la Educación, una visión transformadora, humanista, integral, utópica. Influido por lecturas de pedagogos y al calor de las modas de entonces, rechazaba una Escuela que domesticaba al alumnado, que sólo le capacitaba para memorizar conceptos y devolverlos en un examen. No me gustaba ese concepto de la Escuela. Lo había experimentado en mi persona. Por eso busqué a otros que pensaran como yo, que hicieran cosas diferentes en el aula, que se alejaran de la norma establecida. Acudí a Cuadernos de Pedagogía, a los cursos de Acción Educativa o del Movimiento de Educadores Milaniano inspirado en las ideas de Lorenzo Milani, en el que participé activamente; a los pedagogos de la Escuela Nueva… y encontré que otros maestros y maestras como yo, estaban diseminados por todas partes, haciendo cosas distintas… yo fui distinto gracias a ellos. Mi aula fue distinta…

No había Internet, había que viajar, tenías que escribir y esperar respuesta, buscar y encontrar colegas que mostraran alternativas…

Han pasado muchos años y la información fluye por la Red. Un correo electrónico, una consulta a una web, una suscripción RSS y TODA la información está donde tú estés… la actitud de búsqueda, de cambio, de aprendizaje… es la misma, es la base de todo, hoy (como ayer). Reflexionando sobre mi entorno personal de aprendizaje me doy cuenta que no he cambiado tanto. Antes leía revistas y libros (sigo leyendo libros aunque las revistas las leo en Feedly, Flipboard o Zite); recortaba los artículos interesantes (hoy los guardo en mi Diigo o Evernote); acudía a cursos y talleres (hoy acudo a algunos, otros los sigo desde casa online); compartía mis experiencias en eventos formativos con otros profesores (igual que hoy formo parte de AulaBLOG) aunque no tenían la repercusión que pueden alcanzar hoy día gracias a la Red. Cierto que hoy me expreso a través de un blog o de las redes sociales pero la esencia no ha cambiado: me formaba, aprendía, compartía con otros… como hoy. El PLE es una actitud, es una forma de entender nuestro maravilloso trabajo y no todos aprendemos de igual forma ni usamos los recursos de la misma manera.

No había entendido esto hasta que tomando un café con mi amiga Lara Romero me hacia la observación: no podemos pretender que todo el mundo tenga las mismas herramientas para aprender. Unos son más visuales, aprenden con imágenes, con vídeos… Otros necesitan leer; otros escribir y reflexionar en un blog; otros encontrarán en los congresos y encuentros el espacio para la reflexión y aprendizaje, algunos aprovecharán una video conferencia abierta en Internet… todos diferentes, ¡cómo nuestros alumnos! Es más, me decía, usamos aparatos distintos para acceder a la información. Muchos apenas usan ya los ordenadores de sobremesa, siendo las tabletas y los móviles los aparatos para acceder a la información… el cómo accedemos a la información cambia con las personas, los tiempos, los momentos… ¿O no?

¿Y las redes sociales?

Omnipresentes en nuestra vida cotidiana, las redes sociales tienen su influjo en el aprendizaje y no siempre para bien. Confieso que no he aprendido nada en Facebook y que Twitter fue maravilloso hace unos años cuando conversábamos sobre experiencias en vez de practicar el postureo educativo. Twitter, la red social de la que soy fan, me parece una herramienta potente, sin duda, pero no la herramienta de entrada para un docente que quiera aprender de otros. Quizás, tras una experiencia previa en la Red sea posible, pero como herramienta de entrada no la veo. Twitter es, esencialmente, ruido, mucho ruido. Limitado por sus 140 caracteres, es una fuente inagotable de información y un mal lugar para poner las cosas en su sitio. Sin embargo, aparece como la herramienta estrella quizás porque lo efímero es el signo de los tiempos. Sigo pensando que para aprender hay que leer blogs o webs de otros o hay que leer tableros en Pinterest, por hablar de un red social visual cuyas posibilidades apenas están por descubrir. Si hablamos de Youtube, diría lo mismo, hay que encontrar esos canales con experiencias, tutoríales… seguro que mientras lees estás líneas, alguien ya ha escrito algo sobre las posibilidades educativas de Instagram… en general, en las redes sociales, hay mucho ruido y hay que saber separar el grano de la paja. Por eso, para que sea cierto que se aprende de otros en la Red, hay que conocer bien las herramientas que lo hacen posible, siendo generosos con las preferencias personales, los ritmos de cada uno y sus circunstancias. No queramos correr tanto que todo se quede en palabras, pla, PLE, pli, plo, plu.

Imagen: Víctor Cuevas

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31 comentarios en «Pla, PLE, pli, plo, plu»

  1. Añado, plas, plas, plas por tu post, amigo Víctor.

    Los compañeros que están currando en este movimiento lo están haciendo muy bien pero tú por esta mirada reflexiva retrospectiva y recomendando que no se quede sólo en ruidos y palabras, también has acertado y de pleno.

    Sólo recordar:
    1-3-2010 #ite (previo #intef – Madrid) -> http://mediateca.educa.madrid.org/reproducir.php?id_video=5mwrkxu8b5caw2mn 🙂

    Seguimos Víctor!

    1. Muchas gracias, Luismi, eso es lo que quería aportar precisamente, no tanto por los demás, como conmigo mismo. Cada día tengo más dificultades para seguir el ritmo endiablado en el que estamos metidos, con la sensación de que pasamos de un concepto a otro sin que haya sido asentado previamente. Sólo el tiempo permite generar procesos y ahora, cada dos meses, aparecen nuevas tendencias como si no hubiera ayer. Son los procesos de aprendizaje los que valen más que las herramientas que usamos… pero en fin, esto da para mucho.

      ¡Claro que seguimos, faltaría más!

  2. Como uno de los que me he subido al «carro de los PLE», carezco de la visión con perspectiva que puedas tener tú Víctor. Mi uso de las TIC hasta hace apenas 2 años era muy MUY limitado, casi nulo … Para mí el concepto de PLE me sirvió para ordenarme entre tanto ruido y quitarme muchos complejos iniciales, teniendo una presencia cada vez más activa en redes sociales y, lo más importante, seguir aprendiendo, que para eso nos deberían servir tantas aplicaciones, muchas redundantes y que cada cual debe elegir, como te dice Lara, según su estilo de aprendizaje. Dentro de poco, en lugar de hablar de PLE hablaremos de PLI, PLO o PLU. Modas pedagógicas. Lo importante no es el nombre de las cosas, sino que detrás del nombre, no haya «postureo TIC» o una realidad hueca, sino una reflexión crítica.

    PD: Poca gente en el ámbito educativo tiene un PLE tan rico o interesante como el tuyo. Aunque puedes llamarlo como prefieras, faltaría más. 😉

    1. Gracias por tu aportación, Alberto, de corazón. Creo que eres una de las personas que conozco que más claramente tiene definido su PLE y que mejor lo gestiona,todo un ejemplo a seguir.
      Un abrazo grande

      1. Gracias, Víctor. Con el tema del PLE he priorizado siempre el «contenido» (aprender mejorando competencias profesionales) a las herramientas. Viendo la cantidad de herramientas que dice utilizar mucha gente, elijo utilizar muy pocas, las que siento que me sirven para seguir aprendiendo, entre ellas Twitter. Francamente hay quien entiende el PLE como una tienda de Leroy Merlin como comentáis más abajo. Ahora con tanta gente inmersa en el #eduPLEmooc parece que todo gira en torno a los PLE y yo también estoy ya un poco saturado. Habrá que esperar a que acabe el curso y al día 1 d.P. para comprobar cuantos de todos esos PLE creados se quedan huecos y en nada.

        1. Alberto, siempre certero en tus comentarios. El PLE como tienda de Leroy Merlin es un desastre… como bien dices, se trata más que otra cosas de los contenidos que te sirven para aprender y que salen de muy distintos soportes… han pasado dos meses del curso. Me encantará saber tu opinión al respecto.

          Un abrazo

  3. Muy bueno, Víctor. Me siento reflejada en muchas ideas de tu PLE. Yo también añoro esos claustros virtuales que hacíamos por la tarde, en los principios de Twitter. De ti he aprendido mucho y quiero que conste. Saludos

    1. Muchas gracias, Loli, aprecio mucho cariño en tus palabras. Sigo aprendiendo en Twitter pero cada día me cuesta más diferenciar el grano de la paja, quizás tenga que aprender a hacer un uso más restrictivo, no lo sé.
      Un saludo muy cordial

  4. Gracias por la respuesta Víctor e interesante final a la respuesta a Loly: «Sigo aprendiendo en Twitter pero cada día me cuesta más diferenciar el grano de la paja, quizás tenga que aprender a hacer un uso más restrictivo, no lo sé.»

    Me ocurre lo mismo. Me encanta Twitter, me chifla Twitter, para mi, es «LA HERRAMIENTA» pero veo cientos y cientos y cientos… y nada. Y espero, y nada. Pero, de pronto, zas…
    Y eso no me lo quiero perder, supongo que estamos en plena expansión ‘burbujera’ y que pasará y volveran aquellos momentos en los que conversábamos sin tantas interferencias y donde cada cosa había que marcarla.
    De momento, ni me borro, ni dejo de seguir a nadie por nada. Mi PLN sigue expandiéndose que la parte importante que me interesa de mi PLE, ‘las personas’. Para herramientas, seguiré yendo al Leroy Merlin 😉

    1. Ahí está, justo!!!! Creo que estamos (yo desde luego) entrando en la era de la conexión selectiva. Ante tamaña invasión de estímulos y ante la conexión 7/24 sólo queda desconectar voluntariamente y seleccionar aquello que merece la pena. Porque si no, la sensación de pérdida de tiempo es enorme, por lo menos en mi caso. Te aseguro que no tengo ni la más mínima gana de estar leyendo cómo aumenta el ego del personal.

      PD. Yo ya tengo la tarjeta descuento de Leroy Merlin 😉

  5. Saludos generalizados.

    Pues paradójicamente yo llego a este sitio tan clarito siguiendo un tuit, o más bien, el tuit de una persona que estoy aprendiendo que derrocha sabiduría en el plano humano como es David Álvarez.

    Siento también que mis pensamientos sobre el PLE están bastante cerca de los tuyos, y creo que los has resumido magistralmente cuando has escrito que «[..]El PLE es una actitud […]». El resto de cosas (herramientas, etc…) son intercambiables y perecederas. Pero la actitud es un motor vital sin el que el PLE, y setenta mil cosas más, no son posibles.

    Salud. Y actitud.

    L.

    1. Muchas gracias Luis. La actitud no puede abandonarse porque sin ella no hay apertura a nuevos conocimientos o experiencias. Ya ves que podemos compartir tanto sin conocernos. Un alegría.

      Saludos

  6. Muy interesante tu entrada y muy de acuerdo con tus planteamientos. Yo realmente empiezo a trastear en la red (lo del PLE aún en el lejano horizonte), pero coincido en la sensación de saturación que uno puede tener ante tanta información, tanta herramienta, tanta aplicación… Tal y como lo veo, no se trata de usar el último trasto más molón, sino de darle valor añadido a nuestro trabajo ya sea mediante aplicaciones vinculadas a las TIC o mediante rudimentos más sencillos y tradicionales. En fin… Felicidades por tu blog!
    Un saludo!
    http://fadultos.blogspot.com.es/

    1. Muchas gracias por tus palabras, Ramón. Eres muy certero al decir que se trata de adecuarse a las necesidades de cada uno huyendo de la carrera por la mejor app o el mejor programa. A algunos nos ha costado tiempo llegar a esto.

      Un saludo cordial.

  7. Buenas tardes Víctor
    Me ha gustado bastante la reflexión sobre tu PLE, creo que todos los docentes deberían hacer ese ejercicio, y lo más importante es que deberían transmitir esta actitud a sus alumnos y darles pistas para poder construir o descubrir su propio PLE, utilizando cada uno las herramientas que les sean más cómodas 😉
    Durante años se nos enseña a memorizar y a pasar el examen, tal como tú dices. Lo sorprendente es que hoy en día la mayoría de los docentes sigue utilizando ese mismo método, ya que es el más cómodo. Sin embargo, cada vez más se nos exige estar constantemente actualizados en todos los ámbitos para poder optar a un buen puesto laboral. Cambiar este método tan enraizado es un ejercicio difícil pero no imposible.
    Sería maravilloso que esta idea, esta actitud se expandiera y se trabajara en el aula inspirando un cambio de pensar, trabajando habilidades para seleccionar información, reflexionar sobre esta, comentar aportando tu punto de vista… creo que es el mejor modo de aprender 🙂

    1. Muchas gracias por comentar en la entrada, Victoria. Estoy muy de acuerdo en que es posible que la comodidad sea una de las causas por las cuales no hay cambios en la forma de dar clase del profesorado y también la actitud, pero creo que existe algo determinante: la permisividad. Existe permisividad en la Administración, en las familias, entre nosotros los profesores, para que podamos seguir haciendo lo de siempre, aunque no funcione para todos, aunque sepamos que no es lo mejor… Reconocer que aprendemos, que seguimos aprendiendo día a día, es el primer paso para cambiar. Y reconocer que es necesario aprender de otros y con otros.
      ¡En esas estamos!
      Saludos cordiales.

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