La enseñanza más positiva que saco de este confinamiento y de la crisis del COVID-19 es que he redescubierto la necesidad de cuidarme a mí mismo y también a los demás. Llevo años de activismo hacia fuera, buscando la transformación de entornos más o menos cercanos. Promoviendo cambios en la Educación, en el medio ambiente o en mi propio barrio de mi ciudad. He estado implicado en colectivos de profesores, en ONG, y también en el movimiento vecinal.
Han sido años de muchísima actividad y también de una fuerte presencia en las redes sociales. He dedicado muchísima energía y esfuerzo personal, de forma altruista y desinteresada porque es algo que va con mi forma de entender la vida y el mundo. Naturalmente, he seguido desarrollando iniciativas profesionales en el ámbito de la orientación.
Sin embargo, esta crisis me ha hecho reflexionar sobre mis prioridades. La presencia de la muerte por todas partes hace que más que nunca comprenda el inmenso valor de la vida, y del valor que tiene el tiempo presente para que elijamos dedicarlo a unas cosas u otras. Somos vulnerables. En estas semanas de confinamiento he reflexionado y meditado sobre lo que es verdaderamente importante en la vida y me he dado cuenta que necesito cuidarme más, dedicarme más tiempo y dedicarle más tiempo a las personas que quiero, mi familia y mis amigos.
Naturalmente estoy hablando de una evolución personal, de la necesidad sentida de mirar hacia dentro, de cultivarme más espiritualmente, en definitiva, de la necesidad de cuidarme más.
No sé cómo van a transcurrir el resto de mis días pero esta crisis me ha hecho aprender que el tiempo es oro, que la vida es única, un regalo que hay que aprovechar. Necesito conectar de nuevo con mi yo interior, con la naturaleza, con la esencia de las relaciones humanas basadas en el afecto y en el amor. A partir de ahora retomaré la colaboración más entre compañeros que instituciones, más entre personas que ideas, más desde lo próximo que lo lejano.
Como dice Elisabeth Kübler-Ross, Haced lo que de verdad os importe… sólo así podréis bendecir la vida cuando la muerte esté cerca.
Os deseo salud y felicidad, en estos tiempos de crisis. Yo estoy buscándola.
Gracias por tu reflexión sobre lo necesario que es parar y valorar lo importante en la vida. Un abrazo, compañero.
Gracias, compañeros. Una parada para reflexionar antes de continuar el camino. Una necesidad vital, en estos momentos.
Un abrazo de vuelta.
Preciosa reflexión. «Es necesario cuidarse para poder cuidar».
Es un proceso personal que me lleva a poner el foco en mí, no para olvidare del resto del mundo pero sí para “llenar el pozo” antes de sacar agua. Muchas gracias por tu comentario, Gema.
muy interesante el articulo! he llegado de casualidad. Seguiré ojeando la página.
un saludo
Muchas gracias por acercarte a este espacio. Un saludo cordial.