Llevo muchos años como profesor conectado, usando la Red como espacio de relación personal y profesional, además de espacio de aprendizaje. He sido uno de los primeros en usar blogs o las redes sociales. Los entendidos hablan de los early adopters para referirse a los que primero se lanzan a usar la tecnología. Creo que es una buena definición, sin duda. Me siento entre ese colectivo.
Pero estoy cansado.
Estoy cansado de la Red, de esta Red actual. En especial de la interacción en las redes sociales donde la conversación se ha sustituido por el egocentrismo y el personal branding, por seguir con anglicismos. Echo de menos los tiempos de debate y reflexión, en los que los blogs eran espacios de conversación y los encuentros presenciales la posibilidad de poner cara a los demás, germinar proyectos, compartir experiencias y disfrutar. Hoy veo que la necesidad de auto promocionarse está contaminándolo todo. Y no me gusta.
Desconectar para conectar
Voy a apagar el móvil, ir al modo silencio, desactivar las notificaciones y atender sólo llamadas. De personas. Mejor interactuar con personas que con perfiles. Me gusta más la gente que los avatares. Me gusta más una cerveza que un like o un RT y, desde luego, una conversación cara a cara frente a un debate en Twitter. Y estar atento a lo que pasa fuera de la pantalla. Llevo unos meses sin Facebook y no echo de menos absolutamente nada.
Vivir
No tengo tan claro, a pesar de ser entusiasta de la Red, de que la hiperconexión sea positiva. más bien al contrario. Estamos perdiendo capacidad de concentración, de lectura, de visionado de películas, de interaccion personal. Estamos cambiando la forma de interactuar con personas perdiendo aspectos esenciales como es el tiempo sosegado con los demás. No creo que vivir sea eso.
OFF
Seguiré leyendo noticias en la Red a diario pero no estaré pendiente de la interacción virtual. Quiero desconectar para recuperar lo esencial. Deporte, lecturas, música, charlas, cervezas, conciertos, playa, siesta… ¿Cómo perder el tiempo en mirar Twitter cuando la vida es otra cosa?
Por cierto, A golpe de timbre y el blog descansan. Nos lo merecemos.
Hermosa reflexión.
Felicidades.
CARMEN