Quién nos iba a decir que seríamos el páis del mundo con más kilómetros de tren de alta velocidad
El domingo en La Sexta, el programa Salvados emitió Cuestión de educación, abordando la situación de nuestra Educación y la de Finlandia, el país con mejor sistema educativo del mundo según el Informe PISA. Ha sido una magnífica noticia que un programa aborde con el rigor y la seriedad que se merecen, en horario de máxima audiencia, el tema de la Educación, huyendo de debates ruidosos y sin circos mediáticos. Felicito a Jordi Évole por el gran trabajo realizado.
Aunque existen muchos detractores del informe PISA y éste no tiene los mismos resultados en las diferentes Comunidades Autónomas dentro de España, lo cierto es que el sistema educativo español hace aguas y la idea de mirar al país nórdico a ver qué hacen ellos me parece excelente. Hace tiempo que vengo hablando de ello en este blog y, en especial, desde que el Ministerio de Educación puso sobre la mesa la enésima propuesta de reforma educativa de la Democracia.
Hoy quiero traer al blog las resistencias externas e internas que existen para seguir estando en el mismo punto muerto: un sistema educativo que hace aguas y que agoniza poco a poco. Como me dijo una vez un amigo, existen muchos beneficios secundarios de que el sistema sea tan malo.
Las resistencias desde fuera
Existen frenos objetivos a que la Educación sea un pilar básico de nuestra sociedad porque nuestros dirigentes nunca han creído (del todo) en la necesidad de una Educación Pública gratuita y de calidad para el progreso del país. Nuestros dirigentes políticos, así como los representantes de las más altas instituciones del Estado, han optado sin rubor por escuelas concertadas y privadas para escolarizar a sus hijos. Sobra cualquier comentario al respecto.
Durante los últimos años asistimos a una disminución paulatina de la inversión en Educación y a un ataque sin precedentes a la Escuela Pública perpetrado en nombre de la austeridad, eficacia o nacionalismos de uno y otro signo. La tendencia confirma mi aseveración sobre la marginalidad de la Educación Pública en España y la concepción clasista del derecho a la Educación, al dejar que sea el mercado en vez del Estado, quien asegure el acceso de las personas a los servicios educativos. Los recortes harán que muchos jóvenes sean una generación perdida.
Desde mi punto de vista, las mejoras que necesita el sistema educativo español no son especialmente caras ni traumáticas habida cuenta de que, por ejemplo, en infraestructuras nada sociales, hemos sido capaces de ponernos a la cabeza del mundo gastando miles de millones de euros. Los ejemplos están en los trenes de alta velocidad, aeropuertos, autopistas de peaje, centros vanguardistas de artes diversas, rotondas, monumentos… inaugurados a bombo y platillo por los políticos de turno. Hubo dinero suficiente para ello y hubo intencionalidad política para acometer esas enormes inversiones de nula rentabilidad social y económica que nos llevan a ninguna parte.
¿Habrá un mínimo de dinero y voluntad política para cambiar la Educación? Soy pesimista.
Las resistencias desde dentro
Aunque muchos docentes hablamos de Finlandia como ejemplo de buen hacer, inmediatamente objetamos que no podemos copiar el sistema educativo finlandés porque la sociedad y los valores culturales no son iguales. Sinceramente, me suena a excusa barata, a falta de autocrítica y, en muchas ocasiones (me duele decirlo) a muy poca profesionalidad. Parece muy claro que el profesor es el principal factor de calidad del sistema educativo y, en el nuestro, no es cierto que todos los que están, sean los mejores. El acceso a la docencia es desastroso y la falta de evaluación y supervisión del desempeño profesional un cáncer. Por no hablar del sistema de perfeccionamiento del profesorado, o la formación continua, que conlleva la acumulación de cursos del profesorado sin que haya reflejo objetivo o supervisión del efecto en el aula. Naturalmente, toda generalización es injusta y excepciones brillantes y honrosas, hay en todos los sitios. Si todos presumimos de la excelencia del sistema público sanitario, algo tendremos que aprender de la profesionalidad y gestión del mismo, ejemplo en muchos países. Ahí sí que lo hemos hecho bien (excepciones a parte de los sistemas privatizados).
Preguntas al aire
Os recomiendo que veáis el programa y luego que os toméis la molestia de hablar de él con vuestros amigos y familiares. Porque otro gran problema, enorme, viene del desprestigio de los docentes y de la falta de implicación familiar en la Educación.
Mis reflexiones para el café:
Podemos hacer un sistema de acceso a la docencia que escoja sólo a los mejores profesionales
Podemos evaluar la labor docente y reconocer la valía o falta de la misma de los profesores
Podemos asegurar unos recursos económicos estables para satisfacer las necesidades del sistema educativo al margen de vaivenes políticos
Podemos exigir que se consulte a los profesionales de la Educación antes de hacer ninguna propuesta de reforma por los Gobiernos
Disfrutad del programa. Pincha en la imagen para verlo.
Con un sistema educativo tan modélico como el de Finlandia cabría esperar que el país también lo fuera. Sin embargo, la sociedad finlandesa tiene una elevada tasa de alcoholismo, violencia de género y el mayor índice de suicidios adolescentes de los países europeos. A lo que hay que añadir que la tercera fuerza política del país es marcadamente xenófoba. No se puede responsabilizar totalmente al sistema educativo de un país de los males que lo aquejan, pero hay algo que no cuadra.
http://www.otraspoliticas.com/educacion/samsung-y-nokia
Gracias por tus palabras, Enrique. Desde luego no me hace ilusión la información que aportas pero insisto en que muchas de las cosas del sistema educativo finlandés son excelentes. Como país no podemos sacar pecho, desde luego, pero al menos ojalá que nuestra Escuela estuviera a la altura del S.XXI.
Saludos
Felicidades por el post. Me ha gustado mucho. La cita inicial sobre el AVE, el análisis de las resistencias externas e internas, y sobretodo, las reflexiones para el café. Comparto tu visión. Es urgente contagiarnos la convicción de que sin un cambio estructural no vamos a avanzar. Unirnos, movernos… no sé cómo pero debemos generar un discurso compartido o una hoja de ruta para llevar a cabo este cambio. Debemos visualizarlo y estar convencidos de que va a suceder. Ya no basta reunirnos y mirarnos unos a otros satisfechos por lo buenos que somos. Es urgente mirar el bosque, no los árboles.
Muchas gracias, Guida. Comienzo por el final: tenemos que ver el bosque pero en España tenemos demasiados incendios. Soy de los que piensan que con poco podríamos cambiar mucho pero hace falta una decidida implicación política y una complicidad del profesorado, los actores principales. Luego vendrán otras cosas, pero el catalizador debe estar en una Administración que potencie las EXCELENTES experiencias que hay en España para generalizar buenas prácticas. Sólo así, las islas maravillosas dejarán de serlo.
Un saludo
Gracias Víctor por poner negro sobre blanco algunas de las cosas interesantes que vimos el otro día en el programa sobre Educación en Finlandia.
Hay un elemento importante que me gustaría comentar, el 98% de la educación en Finlandia se financia con dinero público, efectivamente, pero hay una pequeña o gran diferencia con nuestro sistema educativo. Esa financiación va directamente a la dirección de los centros que es quien conforma sus inversiones, tanto materiales como en recursos humanos. El profesorado es contratado por los directores que son los que deciden a dónde deben ir las inversiones, profesorado, equipamiento, etc. etc. Este sistema es similar a otros países de la Unión Europea y me temo que sería complejo un cambio tan importante en España.
Por otro lado está la variable de quién gestion-controla-evalúa los centros educativos, en Europa tenemos desde sistemas centralizados como Luxemburgo, Francia,
Italia, Austria, Grecia y Portugal, sistemas regionales como en España, Alemania, Suiza, y Bélgica, sistemas municipales como en Dinamarca, Finlandia,
Suecia e Irlanda, y un cuarto modelo que sería el de independencia institucional (por llamarlo de algún modo) que sería el de Holanda o UK, reciben financiación por ejemplo por número de matrícula, etc.
Efectivamente no se habla de inspección en Finlandia, pero si de resultados, de evaluación de la oferta y de los resultados obtenidos.
Los directores o directoras no pueden invertir mal su dinero, tienen que tener buenos resultados y son evaluados por las administraciones locales.
Muchos otros temas de los que hablar: selección profesorado, evaluación, prestigio social, apoyo al docente, implicación de las familias, cambio social, etc., etc.
Gracias por dejarme entrar en ‘tu casa’. Un abrazo.
Carlos, encantado de que aportes una nueva arista al análisis. Ciertamente, parece cada vez más claro que los equipos directivos, y en especial el director, son claves en el desenvolvimiento de los centros educativos. Los directores deben ser los líderes del proyecto pedagógico, los que involucren a profesorado y familias en el proyecto del centro y quienes sepan gestionar sus recursos de la mejor forma posible. Ahora bien, quién y cómo se nombran a los directores? Qué requisitos son necesarios para ejercer la dirección actualmente? Echo en falta la gestión de equipos de trabajo, los elementos motivacionales, los pedagógicos que son imprescindibles y percibo, sobre todo, los burocráticos. Es curioso que las mejores experiencias de centros educativos en España ( y digo centros en vez de profesores) vienen de aquellos cuya dirección ejerce un liderazgo claro, democrático, proactivo… eso se echa de menos y, de nuevo, la Administración debe afrontar sin falta la cuestión.
Y dicho esto, no estoy de acuerdo en la contratación de personas externas pero sí en que sea posible adscribirse a centros educativos en función de los proyectos pedagógicos que se llevan a cabo; dicho de otro modo, que los directores pudieran fichar a docentes de otros centros que quisieran involucrarse en proyectos colectivos de innovación. Creo que ese es el camino a seguir para evitar que por el hecho de tener destino en tal o cual centro, debas pasar años o incluso toda tu carrera profesional en el mismo sitio.
Por otro lado, los directores deberían rendir cuentas ante la comunidad más cercana: el Ayuntamiento, la Admon. educativa en la figura del Consejo Escolar. Un Consejo Escolar más ejecutivo, más representativo que tuviera la posibilidad de evaluar el proyecto del director del centro, pedir cuentas del mismo, introducir modificaciones, etc… un Consejo Escolar títere y testimonial no soluciona el problema.
¿Habrá valentía para afrontar esto?
Un abrazo
Estoy muy de acuerdo en la importancia de la figura del director y en la necesaria evaluación de su proyecto. Es muy fácil presentar un proyecto precioso, lleno de buenas ideas, pero que, una vez conseguido el cargo, se queda en nada. ¿Quién debería realizar el seguimiento o la evaluación de estos proyectos de los directores? Sinceramente creo que los Consejos escolares de los centros no tienen herramientas o capacidad suficiente para llevar a cabo este seguimiento. ¿La inspección? No veo que lo haga aunque debería ser una de sus principales funciones.
Magnifico.
Consuela saber que todas estas reflexiones, que a menudo nos revolotean por la cabeza, se pueden concretar en un post tan fácil de entender. En mi opinión, tus reflexiones se completan con los acertados comentarios de Carlos J. Medina.
Un saludo.
Gracia, Diego. Acabo de responder a Carlos, a ver qué te parece.
Saludos
Estoy totalmente de acuerdo con todo lo que dices y lo que propones. De hecho mi marido y yo, ambos docentes (maestros), venimos llegando a las mismas conclusiones desde hace tiempo. Pero no logramos idear un sistema para evaluar la labor docente que sea verdaderamente eficaz, porque los actuales sistemas de evaluación (inspección educativa, equipos directivos,…) no ejercen sus funciones, en la mayoría de los casos.
Gracias Fina, hablas de la realidad que vivimos en los centros. Personalmente creo que cualquier reforma que no pase por evaluar al profesorado (para que mejore, se motive, cobre más…) estará condenada al fracaso. Ya sabemos por experiencia que las letras que aparecen en el BOE son papel mojado si no se introducen variables de cambio real. Evaluación, financiación, participación de la comunidad… me parecen imprescindibles.
Saludos
SOy docente, y creo que das de lleno en las principales debilidades de nuestro sistema educativo. El finlandés es como la piedra filosofal.
Yo como tú, creo que la profesionalidad de nuestros docentes debe ser el pilar de la calidad, sin eso, da igual quien gobierne, seguiremos a la cola.
gracias por opinar en tu blog!!!!
Mercedes, muchas gracias por dejar tu opinión en el blog. Seguimos trabajando para mejorar nuestro sistema.
Saludos