Quizás conozcas Guatemala por los coloristas trajes de sus pueblos indígenas y sus magníficas ruinas mayas. Es el país de la eterna primavera. Sin embargo, quiero hablar de las cicatrices de una guerra que duró demasiado. Hace ahora diez años que se firmaron los acuerdos de paz en Guatemala que pusieron fin a la guerra más antigua de América Latina. En estos diez años la impunidad se ha adueñado del país frustrando las esperanzas de la población, mayoritariamente indígena, de una paz con justicia.
En los años ochenta, el general Ríos Montt con su política de «tierra arrasada» realizó el genocidio indígena, principalmente en el llamado Triángulo Ixil del Departamento del Quiché, donde fueron asesinadas o desaparecidas 200.000 personas de una población total de unos 9 millones de personas; otros miles tuvieron que huir a México y otros miles más resistir escondidos en las montañas en las Comunidades Populares en Resistencia sin alimentos, sin techo huyendo por las noches para evitar ser bombardeados por los aviones del ejército de Guatemala.
Este genocidio se practicó en nombre de la lucha contra el comunismo ejemplificado en la guerrilla guatemalteca, primero dispersa en cuatro organizaciones armadas y después agrupada a principios de los ochenta en la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) Se contabilizan un total de 626 masacres entre los años 1978 y 1986. En esta época se utilizaron campos de concentración para reubicar a los indígenas desplazados de sus pueblos en las llamadas «aldeas modelo» y todo ello con el apoyo expreso de la administración de Estados Unidos en su política de «guerra de baja intensidad» difundida a través de la Escuela de las Américas.
Pues bien, organizaciones como Unión Solidaria, la Asociación Pro Derechos Humanos de España o Amnistía Internacional, nos recuerdan que 10 años después de la firma de los acuerdos de paz, sigue la violencia contra las mujeres y un hostigamiento y acoso contra los defensores de los derechos humanos, en especial, contra quienes han presentado cargos contra Ríos Mont. Todas estas organizaciones tienen campañas activas a favor de la justicia en Guatemala.
El pasado año, la Audiencia Nacional de España se declaró competente para investigar el genocidio guatemalteco.
Víctor, me parece fantástica esta página y sus contenidos. MI enhorabuena. Se la enviaré a otras personas para que la conozcan.
Quería comentarte que el día 1 de febrero se presentó un hermoso libro sobre Guatemala: GUATEMALA: el silencio del gallo. Es un relato más que novela escrita por Carlos Santos, periodista, sobrino de Luis Gurriarán, un cura compañero de otros muchos que murieron -algunos están en el caso de la Audiencia Nacional, y que por eso de la ley del destino sigue vivo ‘para contarlo’. Es un relato ameno, pero sobre todo interesantísimo sobre los últimos 45 años de este país contados por alguien que los vivió desde dentro. Tiene todos los ingredientes: a veces parece una epopeya, lleno de vitalismo en su proceso de búsqueda y de encuentros con el pueblo indígena. Tiene toques de realismo mágico. Y muy muy cercana.
Es de la editorial Debate. Merece la pena para quienes no conocen aquella realidad…
Un último detalle: entre las organizaciones que apoyan la causa del pueblo guatemaleco habría que añadir entre otras a la CDHHG -Comisión de Derechos Humanos Hispano Guatemalteca- .
Un abrazo y mi más cordial enhorabuena. Sigue en ello.
julio
Victor y Julio
Es grato encontrarse con noticias de nuestra ONG en los portales. Gracias por mencionar nuestro trabajo.
Pronto iniciaremos una campaña para la visibilizacion de los asesinatos de mujeres en Guatemala. Me gustaria que entremos en contacto para saber si podemos hacer algo en comun.
Abrazos fuertes
Mercedes
Comisión de Derechos Humanos de Guatemala
CDHHG