El pasado viernes 21 de septiembre el Ministro de Educación presentó el anteproyecto de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa, en adelante, LOMCE, aprobado en el Consejo de Ministros. Un anteproyecto que ha sido gestado en el gabinete del Ministerio sin aportaciones de la comunidad educativa, sin negociación previa con sindicatos, asociaciones de padres y madres de alumnos ni, desde luego, con los partidos políticos de la oposición. El Ministro Wert hizo el paripé de montar un correo electrónico para recoger aportaciones ciudadanas obviando el deber de consultar a las figuras representativas del estamento educativo. Una vez más, y ya son demasiadas, nace una nueva ley educativa cuando un partido político ocupa el poder sin otra pretensión que la de imponer su visión ideológica de la Educación. Como contrapunto, la LOGSE de 1990 tuvo un amplio debate previo con documentos de trabajo, el Libro Blanco de 1987, y una fase de experimentación e implantación progresiva. Posteriormente, las sucesivas leyes educativas en España sólo han respondido a las urgencias políticas de los inquilinos del Palacio de la Moncloa.
De los objetivos de la Educación
La primera en la frente, ya que la LOMCE consagra a «la educación como el motor que promueve la competitividad en la economía y el nivel de prosperidad de un país» y le «supone facilitar el desarrollo personal y la integración social». Cuando releo el preámbulo de la LOGSE en sus primeras líneas no puedo evitar comparar:
El objetivo primero y fundamental de la educación es el de proporcionar a los niños y a las niñas, a los jóvenes de uno y otro sexo, una formación plena que les permita conformar su propia y esencial identidad, así como construir una concepción de la realidad que integre a la vez el conocimiento y la valoración ética y moral de la misma. Tal formación plena ha de ir dirigida al desarrollo de su capacidad para ejercer, de manera crítica y en una sociedad axiológicamente plural, la libertad, la tolerancia y la solidaridad.
La LOMCE habla en los párrafos siguientes, de la necesidad del desarrollo del talento aseverando que
Todos los estudiantes poseen talento, pero la naturaleza de este talento difiere entre ellos por lo que el sistema educativo debe contar con los mecanismos necesarios para reconocerlos y potenciarlos. El reconocimiento de esta diversidad entre alumnos en sus habilidades y expectativas es el primer paso (…) para una estructura que contemple diferentes trayectorias (…) que se conviertan en rutas de empleabilidad (…) los estudiantes con problemas de rendimiento contarán con programas específicos de apoyo que mejoren sus posibilidades de continuar en el sistema.
De un plumazo hemos retrocedido más de 30 años al considerar a las personas sólo por su talento (léase mérito) y no todas sus capacidades, intereses y motivaciones variables y susceptibles de mejora según las circunstancias. En vez de celebrar la diversidad y poner todos los medios necesarios para que se cada persona se desarrolle en las aulas, la LOMCE consagra la selección por el mérito y la segregación del diferente. Habla de talentos y no de Inteligencias múltiples, que hubiera supuesto consagrar un gran avance científico; tampoco habla de la necesidad de encontrar la pasión que toda persona llevamos dentro y mueve a la consecución de su proyecto personal; tampoco de las personas con discapacidad que precisan de ajustes y ayudas para desarrollarse… el tufillo no puede ser peor. Léase talento por mérito y aplíquese exclusivamente para justificar la selección de unos y la segregación del resto. Todo en aras de una empleabilidad futura. Entiendo que aquellas personas que por razones distintas no opten a un empleo, deberán ser subsidiarios de un sistema basado en la caridad, ¿no?
De la segregación del alumnado
Desde el primer momento, la LOMCE establece un carácter segregador del alumnado en función de sus capacidades para que deba seguir cada uno un itinerario adecuado a las mismas. No existe referencia alguna en toda la ley a la inclusión educativa, al alumnado con necesidades específicas de apoyo y al derecho de todos y cada uno de los alumnos a tener una respuesta normalizada y adecuada a sus capacidades, intereses y motivaciones. En contra de los avances educativos, la LOMCE propugna la selección temprana de alumnos mediante los itinerarios excluyentes, una medida que es un fracaso, como bien explica el catedrático de Sociología Fernández Enguita en su blog. Sin duda, la intención del Partido Popular es aplicar un filtro ideológico por el cual sólo unos pocos elegidos sean los que tengan derecho a estudios superiores (ya adelantó el Ministro que había demasiados alumnos en la Universidad) relegando al resto a una cualificación menor que las facilite la empleabilidad en puestos de baja cualificación.
Para poder segregar de forma eficaz al alumnado, la LOMCE pone en marcha en función de supuestos datos de la OCDE, las evaluaciones externas:
Se realizará una evaluación en 3º de Primaria para la detección precoz de dificultades en el aprendizaje: se comprobará el grado de adquisición de las competencias básicas en comunicación lingüística y matemática. El equipo docente podrá adoptar las medidas excepcionales más adecuadas, que podrán incluir la repetición de este curso.
Los alumnos realizarán una evaluación al finalizar 6º de Primaria, sin efectos académicos, en la que se comprobará el grado de adquisición de las competencias básicas y de cumplimiento de objetivos de la etapa, así como la viabilidad del tránsito del alumno por la siguiente etapa. Su resultado tendrá carácter informativo y orientador para los centros, el equipo docente, las familias y los alumnos.
El título de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria se obtendrá tras la superación de una evaluación final que se realizará al final del cuarto curso de la ESO. Habrá pruebas diferentes para acceder a Bachillerato o a Formación Profesional dependiendo de la opción que hayan elegido los alumnos. La calificación final de ESO combinará la nota media de las notas obtenidas en ESO ponderada al 70%, y la nota de la evaluación final al 30%.
Se sustituye la Prueba de Acceso a la Universidad por una evaluación de final de Bachillerato de ámbito nacional. La calificación final de Bachillerato combinará la nota media de las notas obtenidas en Bachillerato ponderada al 60%, y la nota de la evaluación final al 40%.
El uso de evaluaciones externas con caracter selectivo es un eficaz argumento para legitimar la segregación del alumnado y además, uno de los factores que más condiciona en la práctica el desarrollo del aprendizaje en el aula al estar éste enfocado en la superación de las pruebas por encima de la necesidad de desarrollar los objetivos educativos con distintas metodologías. Sin embargo, una evaluación externa de carácter formativo, permitiría a la comunidad educativa corregir los problemas detectados y tomar medidas al respecto. Por otra parte, en la Comunidad de Madrid, llevamos años sufriendo una evaluación al final de 6º de Primaria sin efectos académicos que no sirve para tomar medidas educativas posteriores, por el mero hecho de que quienes podrían hacerlo son profesionales ajenos a los alumnos. ¿Sirve para algo entonces?
Las reválidas de 4ºde ESO y Bachillerato son más de lo mismo: un eficaz instrumento de selección que irá retirando del camino al alumnado con dificultades de aprendizaje. Me parece especialmente grave poner el acento en seleccionar al alumnado en vez de proveer que cada alumno pueda desarrollar al máximo sus capacidades, poniendo los medios necesarios para ello. En Educación, esta máxima me parece irrenunciable.
Me parece muy grave que desaparezcan los actuales Programas de Cualificación Profesional Inicial y, especialmente, que no permitan la obtención del Título de Graduado en ESO a su finalización, como hasta ahora, permitiendo el reenganche al sistema educativo al alumnado con la titulación mínima para ser un ciudadano en este país. De nuevo, un elemento segregador más, una vuelta al pasado, una medida terriblemente injusta. Conozco muchos alumnos que pasaron por problemas en la ESO que maduraron después de un PCPI y retomaron sus estudios con el Título de la ESO en su mano, con una fuerte inyección de autoestima y con un cambio personal enorme. Ahora, esos chavales que cursen un Ciclo de Formación Básica no tendrán opción a tener el Título de ESO.
De la evaluación, promoción y repetición
El Ministro hace caso omiso las recomendaciones de la OCDE sobre las repeticiones de curso, una medida que ha demostrado el nulo efecto positivo sobre los estudiantes en cuanto a su rendimiento posterior ya que ésta no va aparejada de medida de apoyo alguno, a pesar de estar recogida en todas las leyes educativas de la Democracia. Sorprende, por tanto, que en Primaria no haya una sólo referencia a medidas que permitan corregir las dificultades de aprendizaje precoces en la etapa en la que éstas aparecen. Bueno, hay una medida: la repetición de curso si no se pasa la prueba de 3º. No hay referencia alguna a metodologías adecuadas para el aprendizaje globalizado, el trabajo por proyectos, la enseñanza basada en la solución de problemas… De nuevo, volvemos al pasado. Las referencias a la evaluación, promoción y titulación son las de siempre: no se podrá promocionar con más de dos asignaturas suspensas; las materias suspensas deberán ser recuperadas mediante exámenes extraordinarios; sólo se podrá repetir una vez en cada etapa… ninguna novedad.
La LOMCE no dice nada acerca de la existencia de programas de refuerzo en Primaria. En Secundaria retoma una de las medidas de la LOGSE que mejores frutos han dado, los programas de diversificación curricular, y lo llama programas de mejora del aprendizaje y el rendimiento. Estos programas de diversificación que actualmente se desarrollan en 3º y 4º de ESO se anticiparían a 2º de ESO pudiendo también ser cursado en 3º de ESO exclusivamente. Estos programas, al menos en Madrid, han ido perdiendo el carácter inicial de alternativa integradora al ir aumentando las horas instrumentales y perdiendo las horas prácticas que enganchaban al alumnado de forma excepcional proporcionando una motivación específica. Además, en los últimos años, se han reducido las optativas que se imparten, y cada vez han perdido el carácter de medida de atención a la diversidad que tuvieron con un gran éxito entre el alumnado porque la inmensa mayoría de ellos conseguían acceder al Título de Graduado en ESO. En todo caso, la LOMCE no establece claramente si se titulará al seguir estos programas. Veremos entonces si segregan más todavía.
Del currículo cerrado
Aunque dice el Ministro que dejará a los centros mayor libertad y autonomía curricular, lo cierto es que el Estado aumenta las competencias sobre el currículo dejando a las autonomías sin lengua propia el 25% de los contenidos mientras que a las que tengan lengua propia les dejará el 35%, rebajando la situación actual que data de 1990.
Por otra parte, el Estado elimina optatividad en el currículo de Secundaria Obligatoria y Bachilerato suprimiendo o reduciendo materias que supusieron en su día un avance hacia la formación integral del alumnado. Hablamos de las asignaturas artísticas, Música, Educación Plástica y Visual, además de las tecnológicas, como la propia Tecnología, en el caso de Secundaria Obligatoria.
La materialización de 4º de ESO como curso orientador del Bachillerato o de la Formación Profesional, anticipando a cursos inferiores la lección de dos itinerarios es otra vuelta de tuerca a la selección precoz de los alumnos. Después de muchos años de experiencia como orientador, es muy difcíl que el alumnado tenga la madurez necesaria para tomar decisiones con 15 años. Es más, es muy habitual que en esos años adolescentes, donde las hormonas son quienes dirigen muchas de las decisiones de los alumnos, éstos tengan el año tonto y su rendimiento sea anormalmente bajo.
Pues bien, la LOMCE establece en 4º de ESO dos itinerarios excluyentes: el académico para quienes vayan a estudiar Bachillerato y el aplicado, para quienes vayan a estudiar Formación Profesional. Al finalizar ambos, deberán hacer la reválida que servirá exactamente para acceder a unos estudios u otros, además de obtener el Título de ESO con menciones diferentes. La configuración propuesta obligará a que cada curso de la ESO el profesorado (ignoramos el papel del orientador en el proceso) entregará un Consejo Orientador en el que se propondrá el itinerario más adecuado para el alumno (sic).
En Secundaria, por otra parte, desaparece Cultura Clásica y Ética, dos referentes imprescindibles. Ética, por la necesaria formación ética de los alumnos en cuanto ciudadanos del mundo; Cultura Clásica, por la contribución greco-romana a nuestra cultura que nos hace ser como hoy somos y conocer de dónde venimos.
La práctica desaparición de Plástica y Música en Secundaria confirman la vuelta al pasado y a la falta de consideración de la formación integral. Otra barbaridad.
En Bachillerato, desaparece la Economía como materia de modalidad, las Ciencias del Mundo Contemporáneo, la Tecnología Industrial y la Electrotecnia y se consagra la pérdida de un Bachillerato Tecnológico. Barbaridades sin sentido alguno. Especialmente grave es la supresión del Bachillerato de Artes Escénicas, Música y Danza cuando apenas lleva tres cursos en funcionamiento con una altísima demanda y un formidable éxito.
Es muy grave el caso de Primaria. Desaparece Conocimiento del Medio y se separa en Ciencias Sociales y Naturales, al tiempo que Wert señala que «la Educación Primaria está organizada en áreas con carácter global e integrador» (sic).
Como el lector habrá supuesto, la supresión de horario en «materias no instrumentales» se compensa con el aumento del mismo en Lenguas (castellana, propia e Inglés) y Matemáticas, argumentando que estamos muy bajos en los resultados en el informe PISA. El Ministro obvia, de nuevo, que los resultados del informe PISA no son homogéneos entre las diferentes Comunidades Autónomas y o explica porqué unas obtienen resultados mejores que la media mientras que otras están muy por debajo.
Esta falta de análisis planteando un «café para todos» educativo hace sospechar que realmente la intención del Ministro es que el sistema educativo sea más centralista, menos autónomo y menos diverso, obviando de nuevo que otros países con alto nivel de vida tienen sistemas educativos muy descentralizados, con una gran autonomía a todos los niveles: regiones, distritos, centros… Sólo un currículo abierto, flexible, con grandes abanicos de optatividad puede dar respuesta a la diversidad del alumnado que tiene derecho a la Educación. Frente a esto, el Ministro opta por cerrar el currículo y seleccionar de forma temprana a aquellos alumnos que peor se adapten a él.
Mi conclusión
Estamos ante una ley injusta, retrógrada y segregadora, hecha para seleccionar mano de obra. Permite la selección del alumnado e impide que cada alumno desarrolle su propio proyecto personal según sus capacidades, actitudes y expectativas. Pretende bajar el fracaso escolar pero usa ese argumento como estrategia para segregar al alumnado y, para colmo, habla de la importancia de los «output» para valorar el sistema educativo en vez de los «input» (sin duda para justificar la progresiva bajada de inversión en Educación hasta el 3,9% del PIB en el año 2015, la misma cantidad que en el año 1987) como si un sistema educativo sin recursos fuera igual que uno que sí los tiene.
Instaura un currículo obsoleto y cerrado, que da más horas a las instrumentales sin entrar a valorar por qué el aumento de esas horas no ha acarreado mejoras en las mismas. Propone un currículo alejado de los currículos abiertos de otros países, ricos en optatividad. No da protagonismo alguno a la metodología docente, uno de los principales problemas del sistema educativo a mi entender. Tampoco habla nada de la imprescindible evaluación de la práctica docente ni de la necesidad urgente de cambiar el acceso a la profesión.
Limita la participación del profesorado y las familias en la Educación, al relegar a los Consejos Escolares a un papel meramente consultivo. Refuerza el poder de los Equipos Directivos hasta el punto de que podrán negarse a contratar a interinos y contratar profesorado que no pase por procesos públicos de selección. Me parece especialmente grave el traslado forzoso de los funcionarios por «necesidades educativas».
Ni una sola palabra sobre la inclusión educativa, ni una referencia a la Educación Especial o a Infantil excepto para hablar de la educación plurilingue. Lamentable.
Por último, se financia con dinero público a los centros que segregan a sus alumnos por razón de sexo consagrando la discriminación en pleno S.XXI.
Un viaje a ninguna parte.
ACTUALIZACIÓN
Vídeo de la Asociación Ciudadanos por la Educación Pública contra la Ley Wert
El alumno considerado como materia prima. Ley educativa creada para competir, no para educar. Contenidos por encima de procesos, habilidades y capacidades…. ¿Merece la pena una escuela así?
Hola, Candilenelpatio. Creo que los contenidos en la Escuela son imprescindibles y deben ser evaluados. Otra cosa es que se primen exclusivamente los contenidos memorísticos, con lo que no estoy de acuerdo en absoluto. Creo que los alumnos son personas y renunciar a una formación integral es un error.
Saludos
En primer lugar felicitarte por tu blog ya que considero que toda iniciativa para mejorar y debatir sobre educación es una gran noticia y enriquece a todo aquel que la siga.
Lamentablemente en este caso disiento absolutamente con tus planteamientos. Son más de lo mismo: una crítica absolutamente ideológica alejada de toda realidad. Encasillada en pensar que el sistema educativo debe ser un «aparte» de la realidad, un mundo feliz alejado de las exigencias de la sociedad y un circo rosseauniano para que todo el mundo quede contento.
Me explico: estamos a la cola de todo. Por inversión? MENTIRA. Pues durante muchos años ha habido dinero y los resultados han sido nefastos. Por paradigma-ideología? MENTIRA. Pues ya se ha aplicado (permíteme la licencia) tu ideal educativo (LOGSE y LOE) y nada ha sido más nefasto.
La sociedad es competitiva, la sociedad exige a los mejores y, por supuesto, la sociedad demanda talento. Con mediocres ni se construye sociedad, ni se hace estado ni se consigue ciudadanos libres no manipulables. Todo lo demás es demagogia e ideología.
Se necesitan más contenidos que preparen a nuestros alumnos, Se necesita poner en valor el esfuerzo y el trabajo. Se necesita instrumentos de evaluación homogéneos y se precisan herramientas que vuelvan a colocar en su sitio al profesorado.
Que lo digo no es IN ya lo sé, que no es progre, por supuesto… Pero es la realidad lo demás pura utopía.
Gracias.
Hola Pablo.
Gracias por tu comentario. No he pretendido hablar de progresismo sino desde la convicción de llevar más de veinte años como docente. No he hablado de renunciar a formar a los alumnos para el mundo en el que vivimos, más al contrario, estoy en contra de una selección ideológica que segregará y excluirá en función de factores que la LOMCE no contempla e influyen de forma determinante en el rendimiento. Me parece irrenunciable el derecho a la Educación, como recogen todos los tratados internacionales, nuestra Constitución y los países más avanzados del mundo. En ningún país nórdico se segrega al alumnado como propone aquí Wert ni si quiera en Estados Unidos, paradigma del liberalismo económico.
Un Estado social se llama así precisamente porque da cabida a los derechos de todos sus ciudadanos, sean de minorías, tengan discapacidad, tengan estudios superiores o no. Un Estado NO es una empresa, no está para obtener beneficios sino para satisfacer las necesidades básicas de sus ciudadanos. Si queremos un Estado que seleccione a sus ciudadanos por méritos y deseche al resto, la Historia nos da muchos ejemplos.
Llevo más de veinte años en las aulas. Jamás he visto que se renuncie al esfuerzo, que no se den contenidos lo que ocurre es que los valores sociales van cambiando y el acceso a la información también. En mi experiencia, no podemos hablar de falta de cultura del esfuerzo mirando sólo al alumnado y dejando fuera del análisis a un currículo obsoleto, a un profesorado que muchas veces da clase como hace 300 años y a una organización escolar caduca, rígida y poco atractiva.
Los profesores no hemos perdido nuestro sitio, hemos perdido la autoritas que nos da nuestro trabajo porque no nos hemos actualizado como debiéramos y porque la sociedad no valora nuestra función.
No se trata de progresismo. Se trata de que una reforma educativa debe tener en cuenta, en primer lugar, a quienes estamos en las aulas y, créeme, nadie nos ha preguntado.
En fin, me gustaría que tuviéramos un consenso sobre el respeto a nuestro trabajo, el no hablar de lugares comunes sin conocer cómo desarrollamos la profesión como no se nos ocurriría discutir si un cirujano usa una técnica en quirófano o un tratamiento contra el cáncer.
Nuestro trabajo es complicado, exigente, duro y agotador. Trabajamos con personas en formación, inmaduras, hormonales que demandan respuestas y modelos de persona. Necesitamos que los políticos acepten el papel fundamental de la Educación para el desarrollo del país. Con esta ley, no lo hacen.
Saludos
Comparto tu análisis punto por punto. Dices que no sale la inclusión educativa; aquí he recogido más palabras claves que no aparecen http://eduideas2.blogspot.com.es/2012/08/lo-que-no-aparece-en-la-ley.html y que confirman el sesgo industrializador, economicista y clasista del proyecto.
Gracias Eduideas, efectivamente es muy preocupante la ausencia de conceptos y terminología científica. Como la derecha se hartó de criticar los contenidos psicológicos de la LOGSE (y muchos compañeros profesores, seamos realistas) parece que sólo con cuatro latiguillos de economía barata se hace una ley orgánica.
Paso a leer tu aporte.
Saludos
Totalmente de acuerdo. He leído hoy el anteproyecto de ley y me parece que está totalmente desfasada e incompleta.
La palabra «homogeneidad» hablando de una prueba selectiva me da escalofríos, cuando durante toda nuestra formación como docentes se nos ha hecho hincapié en la heterogeneidad del alumnado, «todos somos distintos» y por tanto se debe ofrecer una respuesta educativa acorde a las necesidades y características personales del alumnado para favorecer el máximo desarrollo de sus capacidades. Hablar de homogeneidad a estas alturas no tiene sentido, salvo para retroceder en el tiempo y volver a una ley que segregaba, etiquetaba y excluía a alumnos según capacidades.
Y el párrafo que hace alusión al aumento de autonomía al equipo directivo para poder rechazar a interinos que han pasado unas duras pruebas selectivas y meter a dedo a quien estimen oportuno…es una barbaridad.
Es decir… a la universidad solo van a llegar los alumnos modelo que tengan unas condiciones y clima educativo favorables, tengan la suerte de elegir el camino acertado con quince años, superen todas las pruebas que se les exigen en la ESO, bachillerato… pero para ser MAESTRO en un centro público, ¿solo tienes que ser elegido por el director, independientemente de tu formación o si formas parte de la bolsa? Alucinante. dando ejemplo a nuestros alumnos y mejorando la calidad en educación 😉
Enhorabuena Víctor por tu análisis. Es muy acertado.
Los defensores de las reválidas argumentan que con ellas se contribuye a la igualdad de oportunidades y se garantiza la homogeneidad de las enseñanzas recibidas, minimizando las diferencias que pudiera haber entre los distintos centros y profesores. Es decir todos iguales y todos lo mismo, con independencia de que procedan de un colegio público o privado, de un barrio rico o pobre, de una u otra comunidad autónoma y al margen de que hayan tenido los mejores maestros o los docentes más impresentables.
¿Alguien puede creer que una prueba de este tipo va a otorgar las mismas posibilidades a quien ha nacido, crecido y estudiado en un ambiente privilegiado o favorable al estudio que a aquel que ha tenido que desenvolverse en las condiciones más adversas? Lo que se consigue con ella posiblemente sea el efecto contrario: añadir una dificultad más a quien ya las tenía.
http://www.otraspoliticas.com/educacion/revalidas
http://www.otraspoliticas.com/educacion/examenes
http://www.otraspoliticas.com/educacion/samsung-y-nokia
Hola Enrique.
Si el objetivo de una ley educativa es que menos alumnos accedan a estudios superiores porque es bueno para el país que haya pocos universitarios ya que tenemos una alta de tasa de paro entre los licenciados universitarios, pues bueno.
Si el objetivo de una ley educativa es seleccionar mano de obra dando a cada uno «lo que le corresponde», pues bueno.
Si el objetivo de una ley educativa es formar personas y permitir que éstas formen su proyecto personal. Entonces es que soy un utópico y un antiguo. Qué le voy a hacer,
Las reválidas y las evaluaciones externas condicionan la práctica docente, seleccionan al alumnado y segregan a quienes no alancen determinados objetivos. ¿Eso es aceptable?
Para mi no.
Saludos
Hola Víctor
De tu comentario podría deducirse que estamos en desacuerdo y que sostengo lo contrario de lo que quiero decir.
¿Has leído los artículos a los que hacen referencia los enlaces?
Añado otros párrafos sacados de ellos:
Las pruebas de aptitud o de madurez son un invento antiguo y hubo un tiempo que el superarlas suponía una garantía de que se poseían ciertas habilidades o conocimientos. Hoy en día, cuando todo se pretende institucionalizar, aprobar los exámenes necesarios para obtener un título no garantiza en absoluto que se tengan las destrezas que dicho título avala. Al aislar lo aprendido de la realidad en la que debe aplicarse, al resolver situaciones ficticias en vez de problemas auténticos, se fabrican muchos ingenieros de salón y muy pocos mecánicos de élite.
Este es el resultado de parcelar el conocimiento desglosándolo en temas y asignaturas, en piezas prefabricadas cuyo dominio se mide por separado; empleando para ello útiles y unidades de medida normalizadas. Los útiles son los exámenes y las unidades el número de respuestas acertadas. Y este número presuntamente indica la cantidad de saber que se posee, la parcela del currículo que se domina. Ello permite, además, comparar los resultados y colocar a cada cual en su casilla, de forma que todos ocupen el lugar que les corresponde.
http://www.otraspoliticas.com/educacion/examenes
Somos muchos y no hay suficiente para todos, solo para los mejores, para los más listos o los más fuertes, para los que están mejor preparados. Este es el mensaje y está en contradicción con el modelo de escuela pública que se postula en las leyes educativas: una escuela que facilita la igualación social incluyendo a todos y en la que nadie debería sentirse discriminado por su diferencia.
Pero esta incoherencia entre lo que se dice y lo que se hace nos afecta a todos. Hay un sentir ambiguo en el que, por un lado, queremos una educación distinta y, por otro, necesitamos la seguridad de que esta educación no nos deja en desventaja. Y buscamos una solución de compromiso que quiere creer que la fórmula consiste en formar mejor a los profesores, en que estén mejor pagados, dispongan de más recursos y sean capaces de motivar más a sus alumnos.
Esto ayudaría, pero no basta ni es lo fundamental. De poco sirve comprar más ordenadores o que los profesores asistan a más cursillos si, paralelamente, no se cuestionan y se buscan alternativas a prácticas tan arraigadas como los exámenes, las notas, los deberes, los agrupamientos rígidos por edades, la compartimentación del saber en cursos y asignaturas, la repetición, sin elaboración, de lo que se ha memorizado y tantas otras rémoras.
http://www.otraspoliticas.com/educacion/incoherencias
Un saludo y gracias por tu artículo
Enrique, gracias a ti por los aportes y por tu comentario tan fundamentado. Enriqueces el análisis y completas el que yo hago en el blog. Paso a suscribirme el blog de otras políticas.
Recibe un cordial saludo
«sin entrar a valorar porqué el aumento de esas horas no ha acarreado mejoras en las mismas».
Corrección:
«sin entrar a valorar por qué [SEPARADO] el aumento de esas horas no ha acarreado mejoras». [«en las mismas» es un uso pronominal redundante, considerado defecto de redacción por cualquier libro de estilo].
La deriva actual de la educación pública en Europa es realmente preocupante. La idealización de un modelo productor y reproductor de desigualdad es una triste renuncia a ciertos ideales de lo que fue el modelo europeo. Las políticas meramente presupuestales enmascaran una voluntad de terminar con el sistema público, pues al tiempo que éste padece de una creciente falta de medios que ponen en cuestión su eficacia, el sistema privado, creciendo, aparecerá como una alternativa cada vez más tentadora.
Pero el pensamiento neoliberal y ultraindividualista también se insinúa en los métodos de enseñanza implementados, en la importancia dada a la evaluación continua, en el abandono de contenidos culturales para privilegiar la mera comunicación, la eficacia, la rapidez, la rentabilidad, todo lo que aprecia el modelo neoliberal.
Es un combate que necesitará muchísimas fuerzas y que, por ahora, vamos perdiendo.http://canariasenlanube.wordpress.com/2012/10/02/jose-ignacio-wert-alias-el-macarra/
Un abrazo
Fernando, estoy de acuerdo con tu comentario y comparto tu preocupación. Sólo espero que no dejemos pasar la oportunidad de denunciar este intento de involución.
Saludos cordiales
En educación se toman decisiones de distinta naturaleza que emanan de diferentes fuentes: autoridades políticas, autoridades administrativas, autoridades docentes (profesores, ayudantes, etc.) y los alumnos organizados (organizaciones estudiantiles, asambleas, etc.). La evaluación al servicio de la toma de decisiones asume su rol natural, dándose en diferentes niveles según lo que se pretende lograr.
Las enseñanzas que tienen carácter obligatorio son la educación primaria y la educación secundaria obligatoria. En la etapa primaria se pone el énfasis en la atención a la diversidad del alumnado y en la prevención de las dificultades de aprendizaje, actuando tan pronto como éstas se detecten. Una de las novedades de la Ley consiste en la realización de una evaluación de diagnóstico de las competencias básicas alcanzadas por el alumnado al finalizar el segundo ciclo de esta etapa, que tendrá carácter formativo y orientador, proporcionará información sobre la situación del alumnado, de los centros y del propio sistema educativo y permitirá adoptar las medidas pertinentes para mejorar las posibles deficiencias. Otra evaluación similar se llevará a cabo al finalizar el segundo curso de la educación secundaria obligatoria. Para favorecer la transición entre la primaria y la secundaria, el alumnado recibirá un informe personalizado de su evolución al finalizar la educación primaria e incorporarse a la etapa siguiente.
No soy ni profesora ni alumna, solo soy una persona a la que no le gusta nada lo que está viendo y lo que puede ver en el futuro.
Con este mensaje, solo quiero agradecer a Victor su esfuerzo y lo comprometido que está con sus ideas y su profesión.
Espero que no le dejéis solo.
Un abrazo,
Gracias Silvia, tus palabras son preciosas 🙂
Un abrazo de vuelta
Creo que lo mejor que se podria hace con la ley de Wert es dejarse de tonterias y poner un remedio eficaz al grave problema que existe desde que se implanto la LOGSE y sus sucesivas y nefastas modificaciones que lo unico que han conseguido es llevarnos a la cola de Europa. ¿Poruqe no se vuelve a la enseñanza que habia antes de la LOGSE? daba buenos resultados, lon contenidos eran más completos que los actuales y los alumnos aprendian sus materias y lo más importante es que los conceptos se aprendian desde la base no para pasar curso y el nivel adquirido era bueno. ¿Acaso alguno de los que estudio con el plan anterior ha olvidado sus enseñanzas? ¿Podemos decir lo mismo de lo que aprenden nuestros hijos? No me estraña en absoluto que nuestro pais esté como esta si los que gobiernan son resultado de la LOGSE y me da miedo ver como acabara si seguimos en este plan. Que hagan el favor de ponerse a trabajar en serio de una vez y dejarse de tantas tonterias y que de verdad hagan algo bueno y productivo por lo menos una vez y asi demuestren que su salario y pluses sirven para algo más que llenar sus bolsillos y vaciar las mentes.
Estimado contribuyente. El pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor nos hace cometer el riesgo de no entender cuál es la sociedad en la que vivimos y cómo son los alumnos hoy en día. El sistema educativo que teníamos antes de 1990 tenía muchos problemas, algunos de los cuales siguen presentes: una alta tasa de fracaso escolar, contenidos memorísticos, ausencia de vinculación entre los contenidos y el mundo real… No estoy en absoluto de acuerdo en que la solución sea volver al pasado sino que las soluciones pasan por repensar nuestro sistema por completo. De los muchos elementos a cambiar, los contenidos son uno de ellos pero, especialmente, la forma de dar clase el profesorado y la organización escolar. Cuando comencé a dar clase en 1989 muchos alumnos abandonaban en 7º y 8º de EGB, alumnos que no estarían de acuerdo con las afirmaciones que planteas.
Un saludo cordial