Los 100 mejores

La Consejería de Educación, con la inestimable ayuda de los medios de comunicación, ha difundido el resultado de las pruebas realizadas a finales del curso pasado. Nos aseguraron que su fin era conocer el rendimiento académico del alumnado de cada centro para después tomar medidas que pudieran paliar posibles carencias.
Nos aseguraron que la prueba era anónima y que después se devolvería a cada centro los resultados obtenidos.
La publicación en la prensa del ranking de los 10o mejores centros -y luego del resto hasta completar la totalidad- no ha hecho sino confirmar las sospechas que teníamos algunos de que el fin era otro, ni más ni menos, que el de evidenciar la situación de cada centro respecto a los demás, sin incorporar en dicho análisis ningún factor corrector, como la situación socioeconómica del centro, el número de alumnos con necesidades educativas especiales que escolariza, el número de inmigrantes, por citar algunos.
Lejos de aplicar estándares como hace el informe PISA -al que por cierto, la Comunidad de Madrid no se incorpora para su análisis- la Consejería saca a la opinión pública la lista como si de la clasificación de una maratón se tratara, sin aplicar factores de corrección y sin arbitrar ni una sola medida que ayude a mejorar los resultados obtenidos.
Si el diseño de la prueba era cuestionable -no evalúa competencias básicas- la publicación destapa el fin: el desprestigio de la Escuela Pública, el de sus profesores y profesoras, de modo que socialmente se cree una corriente de opinión a favor de la red concertada y privada… y la poca vergüenza de una Consejería que sabemos para dónde mira.

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