No seguiré callado

Apenas llevo unas semanas sin escribir en Educadores21 y lo echo tanto de menos que vuelvo a sentarme frente a la pantalla a seguir compartiendo retazos de mi vida, retazos del momento que vivo y de mis experiencias como educador en este siglo XXI tan convulso que nos toca vivir.

Escribir para mi es una terapia, es una necesidad, es una liberación. Escribo lo que vivo, lo que siento, lo que experimento en el aula y en la vida… pero también aquello que me gustaría vivir, sentir o experimentar, casi siempre desde una óptica educativa porque soy maestro por vocación y orientador, actualmente, de oficio.

Empecé a escribir en este blog por pura necesidad de compartir inquietudes que en mis centros de trabajo tenían poco o ningún espacio. Este hecho me ha dado tanto, me ha hecho sentir que educar merece la pena, que abandonarlo supone renunciar, supone tirar la toalla, admitir una derrota… ¡y no quiero sentirme así!

Corren tiempos muy malos para la Educación. Políticos de uno y otro signo desprecian la hermosa tarea educativa y se dejan llevar por el corto plazo para dejarnos sin medios, para no colocar a la Educación en las prioridades de su agenda. Es un error que pagaremos caro, como país y como sociedad. Ya les tocará rendir cuentas algún día.

Hoy me quiero reencontrar con vosotros para compartir que estos casi tres meses de curso en Madrid han sido los más difíciles de toda mi vida profesional. Nunca antes, las decisiones de unos políticos me habían afectado tanto y habían supuesto, de hecho, de un cambio en el modelo de orientación que tantos años ha costado construir y que, desde luego, necesita urgentes reformas pero no dinamitarse.

Trabajo como orientador en un centro de Secundaria de Fuenlabrada, en una zona socialmente desfavorecida muy castigada por el paro. En los últimos años, coincidiendo con el estallido brutal de la crisis, en el Departamento de Orientación que dirijo he perdido profesorado imprescindible como el Trabajador Social o los profesores de apoyo del alumnado con necesidades de compensación educativa. Los alumnos siguen estando, las familias están peor que antes, los problemas sociales nos desbordan pero para la administración educativa esto no cuenta. No les importa nada más que los números pero yo trabajo con los alumnos y sus familias, no con números. Esas familias castigadas por el paro que vienen con vergüenza a pedir ayuda porque no tienen para pagar los libros de texto; esos alumnos que nunca vienen a las actividades extraescolares porque no tienen dinero; esas familias destrozadas por problemas de alcohol, separaciones… en tiempos de crisis, las tragedias personales aumentan y esos alumnos vienen a mi instituto.

Porque como bien dice Toni Solano, en mi instituto caben todos ellos con sus enormes diferencias aunque sea muy difícil aplicar la pedagogía, como dice Joselu.

La crisis es muy dura, nos dice la Administración, y tenemos que ser solidarios aunque una administración que echa balones fuera es la primera insolidaria. Las instrucciones de este curso y la Orden de Tutoría desprecian el trabajo del Departamento de Orientación. Nos recortan los profesores, nos recortan los espacios de coordinación y de trabajo, nos dejan sin capacidad de desarrollar los programas educativos aunque las demandas de intervención aumenten día a día. Resultado: estamos desbordados y no podemos seguir trabajando como antes, desarrollando programas preventivos, trabajando de forma sistémica para buscar soluciones a los problemas educativos. Ahora las intervenciones sólo se coordinan con buena voluntad, en espacios de recreo, por correo electrónico… sin tiempos para analizar, tomar decisiones, trabajar en común. ¡¡Han destruido el modelo de trabajo!!

Nos quieren hundidos, callados, amordazados. Pueden trasladarnos de centro o abrir expedientes… No lo van a conseguir, no van a poder con nosotros.  Si de algo está sirviendo esta crisis es para poner de manifiesto que estamos muy unidos, que hay una gran vocación y compromiso por el trabajo educativo. Respecto a mi, sólo recibo apoyo y cariño de mis compañeros y de vosotros.

En torno a la Mareaverde seguiremos luchando por mejorar y dignificar la Educación Pública de Madrid. La lucha será larga, hay que tomar fuerzas.

Podrán gobernar a partir del 20 de noviembre y recortar más, cambiar de nuevo la Ley Orgánica de Educación o hacer demagogia sobre el modelo educativo de calidad, como dice Aguirre. Pueden decir cualquier cosa que, al menos en Madrid, ya sabemos lo que significa calidad, igualdad de oportunidades y optimización de recursos. Total, el Estado sólo debe limitarse a instruir, lo de educar lo dejamos para la familia. ¡¡¡Por eso tenemos religión en la Escuela!!!

Lo curioso, es que esta medicina sólo se aplique para la Escuela Pública.

Os dejo con un vídeo magnífico de Extrechinato y Tú, una unión de algunos componentes de Extremoduro y Platero y Tú con el poeta Manolo Chinato. Un disco absolutamente recomendable.

¡Me voy a hacerme el sombrero!

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10 comentarios en «No seguiré callado»

  1. Pingback: Bitacoras.com
  2. Poco puedo decir, ¡me he quedado sin palabras!. Suscribo una por una las tuyas y lo único que puedo decirte es que no estás solo, que somos much@s quienes sentimos tu misma frustración e indignación, pero pienso que tenemos la «obligación» de seguir luchando por lo que creemos y queremos; debemos hacernos oir, sumar esfuerzos…

    No olvides Víctor que «la educación es un arma cargada de futuro».

    Un abrazo

  3. Solo cabe decirte, en relación al título de tu post, «¡¡¡por favor, Víctor, no te quedes callado!!!» Hazlo por quienes iremos detrás de tí y del profesorado de Madrid después del 20N, hazlo por la educación pública, y sobre todo… por esas familias y ese alumnado que son la auténtica razón de ser de nuestras reflexiones y movilizaciones.

    …porque tenemos la capacidad de ponernos en la piel del «otro», y porque si fuera nuestro hijo quien tuviera dificultades, o nosotros mismos quienes nos quedásemos sin trabajo, no nos gustaría que nos dieran las migajas de una educación de escasa calidad. Tras el modelo madrileño (preámbulo del modelo estatal) se esconde un modelo de sociedad elitista, de ser humano insolidario, de capitalismo extremo… todo ello en contra de una mínima definición razonable de lo que es y debe ser la «educación».

    Un fuerte abrazo, y por favor… no nos abandones durante tanto tiempo. Tus escritos nos alientan a tod@s.

    @luisutopia

  4. Un célebre estadista, cuyos herederos aspiran a gobernarnos en apenas una semana, decía que solo rendiría cuentas ante la Historia -sí con mayúsculas, como su ego-. Quiero consolarme con lo que dices acerca de que algún día tendrán que rendir cuentas del mal que están haciendo. Hasta el más idiota sabe que llevar al extremo la tensión entre los ricos y los pobres -pues de eso se trata, no nos equivoquemos- solo nos conduce a una sociedad injusta, primitiva y abocada al fracaso. Mientras los señoritos se pasean en sus limusinas, en tu centro y en el mío enseñamos a los adolescentes el abecé. Así empiezan las desgracias…

  5. Juan, gracias por esas palabras sobre el futuro de la Educación… en estos momentos, son más necesarias que nunca. Gracias por tus palabras.

    Luis: seguiré escribiendo y hablando. No puedo callar, necesito expresarme y compartir aquello que vivo. Gracias por tus ánimos.

    Toni: ciertamente es cada día más preocupante que estemos como estamos mientras se habla de calidad, de igualdad de oportunidades, etc. La realidad es que en centros como el tuyo y el mío no sirven aplicar iguales baremos que al resto porque el nivel de partida es completamente desigual. Espero que nos queden fuerzas para luchar, no sólo en el día a día, sino fuera. Gracias.

  6. Desde el norte, saludos. La web nos hace sentir que no estamos solos. Que nuestra profesionalidad está muy por encima de la muchos políticos. Que podrán quitarnos medios, salarios… pero nunca nos quitarán nuestra profesionalidad. Que carallo!!!

  7. Victor, la gente como tu, que tiene clarisimo por lo que lucha, no puede rendirse nunca. Pueden recortar, y nos machacarán, pero hundirnos nunca y mucho menos aceptarlo en silencio, asi que seguid con vuestra batalla, que pasito a pasito entre todos iremos ganando la guerra. Un abrazo muy grande desde Galicia

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