Ya he hablado en este blog de la desastrosa política educativa de este Gobierno y de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid. No he hablado, sin embargo, de la desastrosa política en general que condena a los ciudadanos a soportar las consecuencias de la monumental estafa inmobiliaria que estamos padeciendo. Una estafa en la que políticos y banqueros son los máximos responsables. Una estafa, amparada por las autoridades comunitarias, que condena a los ciudadanos a padecer los recortes más duros de la Democracia y a prescindir de servicios públicos que han costado décadas poner en pie.
Por esto, simplemente por esto, el 14 de noviembre me sumaré a la huelga general convocada por los sindicatos en contra de la política de recortes del Gobierno.
No hay más razones, sobran. Desahucios, recortes inadmisibles en Sanidad y Educacion, en Servicios Sociales, Cooperación, etc… nos llevan al desastre.
No va a quedar nada.
No quiero vivir en un país en los que sólo los que puedan pagar tengan servicios de calidad. Quiero que los servicios públicos pagados con nuestros impuestos sean de calidad y universales. Pero algunos no quieren que esto sea así.
Porque tengo dos hijas que vivirían en un mundo peor que el mío; porque tengo alumnos a los que tengo que trasmitir la ilusión de un mundo mejor; porque tengo todavía conciencia de que podemos vivir mejor… por eso, sólo por eso, voy a hacer huelga.
No me importa lo que hagan los demás. Sólo me importa lo que voy a hacer yo.
¿Y tú, vas a hacer huelga?
Porque no puedo permanecer impasible mientras contemplo cómo desmontan a toda prisa lo que costó tanto levantar a generaciones, porque no puedo cerrar los ojos ante el empobrecimiento material y el descorazonamiento moral de tanta gente que malvive, porque sigo creyendo que lo público es la apuesta por la justicia social, porque me siento responsable de luchar para que los derechos que nuestra Constitución recoge no queden en papel mojado, porque confío en que alzar mi voz contra los atropellos de los que nos gobiernan no sea baldío…yo también haré huelga.
Tal y cómo anunciábamos contra viento y marea, las consecuencias de los recortes han sido nefastas para el funcionamiento de nuestro centro educativo (y del resto de centros). No sólo porque hayamos perdido las horas en las que se abría la biblioteca del centro (para el préstamo de libros o para hacer trabajos o consultas), o porque haya menos profesores en las guardias (para sustituir al profesorado que está enfermo o para vigilar los recreos); o porque no se hayan realizado todos los desdobles que antes se hacían (que son hacer grupos más pequeños de una misma clase para enseñar adaptándose a los distintos niveles de los grupos) en asignaturas imprescindibles como Inglés, Lengua, Matemáticas o en los laboratorios de Ciencias (porque una parte del grupo va al laboratorio mientras que la otra se queda en clase con otro profesor de la misma asignatura)… Eso ha sido serio, pero no es lo único grave.
¿Y la sensación de que la Educación NO importa en absoluto? ¿ Y la falta de un debate real y auténtico sobre los problemas educativos? ¿Y el constante deterioro de la imagen de los profesores?
Muy malos tiempos; tendremos que sacar lo mejor de nosotros mismos para poder estar a la altura de las circunstancias.
Saludos