Ayer salieron las notas de Selectividad y la mayoría de mis alumnos de Fuenlabrada han tenido notas muy bajas, así que hoy se han ido un buen número de ellos a reclamar. Curiosamente, dos de ellos, en absoluto de los más brillantes, han tenido unas notas bastante buenas por lo que podrán elegir las carreras deseadas.
A los buenos alumnos les han pesado sus propias expectativas, especialmente a una que los nervios le han jugado una mala pasada. Profesionales en hacer exámenes, llegada la Selectividad se dejan atenazar por las consecuencias del examen y se ponen nerviosos. Les falta control mental, autocontrol, para relativizar y confiar en sus propias posibilidades.
Hace años, uno de los mejores profesores que he tenido nunca nos dijo:
A la hora de estudiar, estudiar con paz, con tranquilidad, empapándoos de la asignatura… ¿qué es lo peor que os puede pasar, que suspendáis? Pues bueno, tenéis más convocatorias, así que olvidaos de eso y concentraos que todo debe salir bien.
Aquel profesor, Pedro Morales, del que ya he hablado alguna vez en este blog, no creía en los milagros, aunque fuera creyente, es que valoraba la influencia positiva (o negativa) del autocontrol y de poner cada cosa en su sitio.
Estos alumnos que han tenido buenas notas no son excepcionales pero tienen un mayor control de sí mismos y de sus posibilidades. Creo que esto tiene que ver con la Inteligencia Emocional.
Siempre se le ha llamado sentido común pero últimamente estamos sometidos a demasiadas influencias y parece que todo tiene que llevar un nombre con caja de resonancia o que provenga del inglés.
¿Y no es mas facil pensar que la mayoria de los correctores de la selectividad son una pandilla de vagos que ni si quiera se leen los examenes y ponen las notas a ojo?. Yo por ejemplo he tenido una nota baja en lengua 6,5, peeeeero me guarde una copia de mi examen (borrador) para luego corregirlo con mi profesora de lengua la cual me calificó un 9,5 con las respuentas en la mano, con otras asignaturas me ha pasado lo mismo, en esta en concreto tras la doble correccion ese 6,5 se convirtio en un 8 misteriosamente no llego al 8,5 para tener la «triple correccion», lo cual me da que pensar varias cosas
1ª) los correctores se apuntan a corregir para sacar unos eurillos extras que vienen muy bien para las vacaciones y mas en tiempos de crisis cuando le han rebajado el sueldo a los profesores y van mas tiesos que un ajo ( el que mas y el que menos tiene hipoteca) ademas que la vida esta muy cara
2º) Es materialmente imposible que en 3 o 4 dias se lean todos los examenes (sobre todo los mios que tenian mas de 6 folios por las 2 caras), eso si con buena letra y bien organizados
3º) En el caso de la doble corrección el corporativismo en la profesión creo que haria sonrojar al de los cirujanos «Ya se sabe perro no come perro».
Ahora estoy a la espera de la reclamación a la doble corrección y despues a ver mi examen ya en la universidad, por si las moscas me he armado de un buen arsenal de argumentos como he dicho antes mis examenes corregidos por especialistas, criterios de evaluación…
me gustaria saber lo que opinas del tema. Gracias Victor