Vivir con arte

Mi amigo Juan Perdiguero está en Madrid. Es pintor, restaurador y, además, ejerce como profesor de Dibujo en la State University of New York, en Oswego, Estados Unidos. Nos conocimos siendo adolescentes y hablábamos de nuestros sueños. Siempre tuvo la determinación de estudiar aquello que le gustaba, Bellas Artes, y creyó en su sueño: vivir con y del arte, aunque para ello tuviera que marcharse a estados Unidos. Forjar sueños es una ardua tarea en estos tiempos mercantilistas, por eso he pedido a mi amigo que venga al Instituto para dar testimonio de que hay que tener determinación para cumplir tus sueños. Y coraje.

Creo que en estos tiempos el esfuerzo y la determinación no venden. Los profesores somos como esos vendedores de mercadillo intentando vender el crecepelos milagroso: ¡estudiad que llegaréis lejos!. El reportaje de EL PAÍS este domingo sobre personas que no llegan a los 1000 euros es revelador. Incluso Salomón Aguado, actuario y ganador en 2001 del Primer Premio Nacional Fin de Carrera al Mejor Expediente Académico desmiente esa teoría por la cual los estudios son la puerta del éxito. Él tampoco llega a los 1000 euros.
Sin embargo, sin estudios las puertas no se abren fácilmente. ¿Contradicción? En absoluto, los estudios son una condición necesaria pero no suficiente. Se necesitan habilidades personales, inteligencia emocional, capacidad de sufrimiento, perseverancia y, quizás, suerte. Una suerte que tienes que forjarte para poder estar el el sitio oportuno en el momento oportuno.

Quiero mostrarle mi agradecimiento por la oportunidad de que mis alumnos del Bachillerato de Artes puedan tener una charla relajada en torno a sus sueños de vivir con arte y a la determinación que hay que tener para cumplirlos.
¡Aprenderemos todos un poco y será una magnífica actividad de orientación académica y profesional!

Más información sobre la obra de Juan Perdiguero AQUÍ

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3 comentarios en «Vivir con arte»

  1. No es cierto que «estudiando se llega lejos». Es, como bien dices, con esfuerzo y determinación. De una vez por todas debemos darnos cuenta que la universidad ya no es el salvo conducto para lograr un buen empleo. La «popularización» de la enseñanza superior, mediante la proliferación de decenas de nuevas mini-universidades, y la falsa creencia de que «todos tenemos derechos a ir a la universidad» nos avocan a una situación en la cual el esfuerzo y la determinación para superar una carrera universitaria ya no son suficientes. Es más, por sí sóla, la titulación, se convierte en un hándicap para el recién licenciado.

    Una correcta orientación en los institutos serviría para paliar en cierto modo ese problema. Ni todos los trabajadores sirven para todos los puestos, ni todos los puestos pueden ser ocupados por todos los trabajadores (Ni todos podemos ser astronautas, ni un astronauta puede serlo cualquiera). La capacidad de cada persona y ese esfuerzo y determinación son los que han de marcar la senda que ha de guiar los pasos de cada uno de nosotros.

    Unos siendo astronautas y otros siendo ayudantes del astronauta.

  2. Así es Salomón, la Universidad ya no garantiza nada, al menos en cuanto a la inserción laboral en condiciones como las que antes había. Sin embargo, las titulaciones superiores, tanto de Formación Profesional como de la Universidad, son la llave para encontrar mejores empleos frente a quienes no las tienen. Al menos, así lo ponen de manifiesto los datos sobre empleo que puedes consultar aquí.
    Evidentemente, no todo el mundo puede ser astronauta pero como aspiración, debemos esperar que cada uno tenga las mayores oportunidades en los estudios y pueda optar a alcanzar sus metas, siempre que sus capacidades lo permitan.

    Un saludo muy cordial.

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